Sevilla y Roma se enfrentan esta noche (21.00 horas) en la final de la Liga Europa, encuentro que se disputa en el Puskás Aréna de Budapest (Hungría), un duelo en el que los hispalenses aspiran a agrandar su palmarés como rey de la competición con seis entorchados, mientras que los italianos deberán imponer su estilo efectivo y letal para romper el dominio sevillista y aprovechar su última oportunidad de volver a la Champions por la puerta grande.

El inicio de la temporada del Sevilla, marcado por la zozobra y la incertidumbre, no invitaba al optimismo. Ni en el mejor de los sueños se podía vislumbrar un mejor escenario para el conjunto andaluz, que se ha valido de su competición fetiche para reforzar su condición de equipo grande a nivel continental, con la posibilidad de poner la mejor guinda al pastel de la 2022-23, al alcanzar su quinta final de Liga Europa en la última década.

Una tiranía en el Viejo Continente que se disponen a ampliar este miércoles, pugnando con la Roma de Mourinho por su séptimo título de Europa League. Y lo intentarán bajo la batuta de su tercer entrenador este curso, José Luis Mendilibar, que ha cambiado la imagen y la actitud del equipo en tiempo récord, dotando a la plantilla de la competitividad necesaria. El Sevilla, desde que el técnico vasco, sin experiencia en Europa, se puso al frente del banquillo nervionense, sólo ha perdido dos partidos, ambos en la Liga. El reto ante el ordenado equipo de Mourinho es muy grande.