El delantero argentino Gustavo Blanco Leschuk aseguró ayer en su presentación como octavo fichaje del Eibar, que llega al club guipuzcoano para “hacer goles” con el objetivo de “jugar” y “ayudar” al equipo a sumar “muchos puntos”. Leschuk agradeció al cuerpo técnico y a todo el Eibar la oportunidad que le ofrecen de regresar al conjunto donde jugó cedido la pasada temporada.

Respecto a su vuelta al Eibar, donde ha firmado por dos temporadas, Leschuk dijo que fue una decisión suya y de su familia. “Me sentí como en casa aquí y la decisión no fue muy difícil de tomar”, agregó el argentino. El jugador no pudo tener mejor estreno ya que en su primer partido marcó un tanto frente al Villarreal B, que dio un punto al conjunto eibarrés.

Leschuk estuvo acompañado en la presentación por el director técnico del Eibar, César Palacios, quien expresó su satisfacción por este fichaje. Palacios no descartó que se puedan sumar nuevas incorporaciones al equipo, aunque insistió en que lo importante ahora es tener confianza en el grupo existente, ya que “el club hizo un gran esfuerzo para crear una base, un gran bloque la pasada temporada”. “Queda una semana para ello, pero al margen de las posibles incorporaciones, está la confianza en lo que somos y en nuestro juego y la ilusión por competir. Somos un buen equipo y lo vamos a demostrar este curso”, concluyó César Palacios.

Aante la ponferradina

Mientras presenta a los recién llegados, el Eibar prepara su partido correspondiente a la tercera jornada de Liga. Los de Gaizka Garitano recibirán el domingo a la Ponferradina en Ipurua (19.30 horas), con el ánimo de dar continuidad a lo logrado en los dos primeros encuentros. Arrancaron el campeonato ganando en casa al Tenerife, y la semana pasada cosecharon un buen punto en el campo del Villarreal B. Ahora tendrán enfrente a la citada Ponferradina, una escuadra que ha iniciado la temporada con brillantez. Los bierzanos suman dos victorias en dos jornadas, tras inaugurar la campaña ganando en Cartagena y superar en casa al Ibiza. El portugués Martins entrena a un equipo cuyo banquillo ha abandonado este verano Jon Pérez Bolo.