Estos meses ha comenzado de manera oficial una carrera por el Mundial de 2030 para la que hasta el momento, y teniendo en cuenta los países que amagaron con presentarse, han confirmado su presencia tres candidaturas: la ibérica entre España y Portugal, la de Marruecos que con la de 2026 perdió por quinta vez una carrera para acoger el Mundial; y Uruguay, que con motivo de la final del primer Campeonato del Mundo (celebrado en Montevideo), iría respaldada con sedes en Argentina, Paraguay y Chile. La FIFA en 2024 elegirá la sede definitiva.

En el caso de Europa, que aspira a organizar de nuevo el torneo tras Alemania’06 y Rusia’18, la candidatura ibérica, que ya intentó conseguir el Mundial de 2018, se ha quedado como única aspirante del Viejo Continente a día de hoy, después de que Reino Unido e Irlanda, el proyecto más sólido, decidiera retirarse de la puja. Los focos apuntan también a Bulgaria, Grecia, Serbia y Rumanía, que en los últimos años han firmado compromisos para lanzar una candidatura que no termina de avanzar. Los próximos meses aclararán el horizonte entre los mares Egeo y Negro.

La que sí se ha retirado ha sido la del Reino Unido e Irlanda, que ha renunciado a la carrera mundialista para centrar todas sus fuerzas en la Eurocopa de 2028, para la que tendría opciones ante la UEFA, que tiene en consideración el esfuerzo inglés por echar abajo la Superliga.

Marruecos, ¿a la sexta, la vencida?

Fuera de Europa, Marruecos aspira a que a la sexta sea la vencida. 1994, 1998, 2006, 2010 y 2026 han sido los intentos del reino norteafricano por acoger el Mundial, que terminó jugándose en Estados Unidos, Francia, Alemania, Sudáfrica y, dentro de cuatro años, se disputará en Norteamérica (EEUU, México y Canadá).

En un primer instante se barajó que concurriera con la candidatura ibérica y también estuvo sobre la mesa la posibilidad de un proyecto junto a Argelia y Túnez, una realidad casi imposible a día de hoy si tenemos en cuenta las tensiones geopolíticas existentes en el Magreb.

Marruecos llevaría el Mundial al continente africano por segunda vez (la anterior, en 2010) y sería la única candidatura que se estrenaría como organizadora, ya que los principales países de la candidatura latinoamericana ya saben lo que es acoger la máxima cita del fútbol mundial. Uruguay promueve la sede con el objetivo de acoger la Copa del Mundo en el centenario de la que ya recibió en 1930, y a la vista de las exigencias logísticas, lo hace de la mano de Argentina (1978), Chile (1962) y Paraguay.

La candidatura Copa del Mundo Cono Sur 2030 lleva tiempo de preparación al más alto nivel y no ha estado exentas de vaivenes, ya que Uruguay en un principio no veía con buenos ojos la incorporación de Paraguay. El centenario del Mundial uruguayo es una de las principales bazas de un proyecto que aspira a que el campeonato regrese “a su casa original”, a Sudamérica. Lo haría 16 años después del de Brasil en 2014. Aun así, el hecho de que en 2026 la Copa del Mundo se juegue en el mismo continente podría jugar en contra de esta candidatura.

¿Y Asia?

Por el momento no ha habido más movimientos más allá de las tres citadas y la cuarta de Bulgaria, Grecia, Serbia y Rumanía, pero hay quien llama a no perder de vista los movimientos que se puedan dar en Asia. En concreto, en el extremo oriente, donde Corea del Sur, China, Corea del Norte y Japón podrían postularse bien por separado o bien, incluso, en una gran candidatura conjunta impulsada por los primeros, que ya organizaron junto a los japoneses la Copa del Mundo en 2002.