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Ilustre profesor

Azkargorta ejerce en Bolivia de héroe futbolístico e imparte clases sobre recursos humanos para la industria

Ilustre profesorfoto: Iker Azurmendi

El pasado lunes concluyó el ciclo de conferencias que Xabier Azkargorta realizó por Bolivia para autoridades superiores, mandos intermedios y trabajadores de todas las áreas organizativas de Yacimientos Petrolíferos Bolivarianos (YPFB), la empresa más poderosa de aquel estado. Más de un millar de personas escucharon impertérritos las enseñanzas del profesor sobre trabajo en equipo, comunicación y estrategias para la resolución de conflictos.

Tras el ciclo de conferencias, la estatal petrolera emitió un informe: "Nuevamente se mostró la alta calidad profesional del profesor Azkargorta y el trabajo coordinado entre las empresas de YPFB Corporación".

No se engañen. Este reputado técnico en estrategias de empresas es el Bigotón, y fue a Bolivia para hablar de lo suyo, el fútbol. Porque Xabier Azkargorta (Azpeitia, 1953), aquel vasco que clasificó hace 20 años a los verdes por primera vez en su historia para un Mundial, el de Estados Unidos'94, es, desde entonces, un hombre reverenciado en el país andino. Forma parte de su galería de héroes y el grado de fascinación que ejerce va más allá del fútbol.

Por eso el presidente del país, Evo Morales, amigo personal del Bigotón, se empeñó en recurrir al ilustre profesor para sacar al equipo nacional de la abulia e inanición por la que atravesaba desde hace muchos años.

Cuando asumió la dirección técnico del combinado andino, Bolivia estaba prácticamente defenestrado. Ahora, en cambio, tiene ocho puntos, cuatro menos que Venezuela, Uruguay y Chile, empatados a doce y que ocupan la cuarta plaza, que clasifica directamente para el Mundial de Brasil'2014, la quinta, que da derecho a disputar una eliminatoria de repesca contra una selección asiática, y la sexta, respectivamente, en la Confederación Suramericana.

La contundente victoria lograda bajo su mando frente a Uruguay (4-1), en el último partido clasificatorio, ha devuelto la ilusión y el sueño mundialista a los bolivianos.

En cierto modo, Xabier Azkargorta ha encontrado su metáfora en Bolivia después de una vida de auténtico trotamundos del fútbol y una frustración confesa: no haber tenido la oportunidad de entrenar a la Real Sociedad o al Athletic, los dos clubes en donde comenzó a desarrollar sus ilusiones futbolísticas, cercenadas de cuajo a causa de una grave lesión en su rodilla derecha.

Pero el fútbol era y es su vida, y por ahí orientó su futuro, aunque también estudió medicina, una carrera que apenas ha ejercido. Primero el Lagun Onak, el equipo de su pueblo. Luego el Aurrera de Ondarroa. Después, el salto a la Segunda División para dirigir al Nastic de Tarragona. Y, con solo 29 años, la consagración: el Espanyol (1983-86).

Desde entonces no ha parado de acumular experiencias futbolísticas de todo tipo, convirtiéndose en el entrenador con más currículo internacional, aunque nunca tuvo la oportunidad de dirigir a uno de los equipos denominados grandes.

Valladolid, Sevilla y Tenerife fueron sus siguientes destinos, casi siempre en situaciones extremas. Peleando contra la adversidad y la lucha por eludir el descenso, Xabier Azkargorta tomó fama de ser un técnico motivador, capaz de sacar al colectivo del agujero.

el trotamundos Tras evitar el descenso del Tenerife a Segunda División, el técnico guipuzcoano recibió la llamada de Bolivia. La clasificación para el Mundial de Estados Unidos'94; la primera victoria frente a Brasil... Tanto calado tuvo para el país esos triunfos que el entonces presidente Sánchez de Lozada le impuso la máxima condecoración que otorga Bolivia, el Cóndor de los Andes, e incluso le propuso el cargo del ministro de Educación, Sanidad y Deporte.

Tras el Mundial estadounidense, Chile le encargó el mismo proyecto, la clasificación mundialista, pero el técnico vasco no encontró la tecla precisa. Estuvo dos añosentre un ambiente cada vez más hostil a causa de los malos resultados, hasta el punto de que optó por la dimisión.

El Yokohama Marinos (1997-98), donde jugaban Julio Salinas y Aitor Begiristain, fue su siguiente destino. Luego, regresó a Sudamérica para hacerse cargo de un proyecto del Real Madrid, impulsado por Florentino Pérez, de crear una red de escuelas deportivas con lábel blanco. En México le llega la oferta del Chivas de Guadalajara, uno de los clubes más importantes del país. Sin resultados, la experiencia fue breve. Solo tres meses, y de nuevo retomó los planes expansivos de Florentino, pero esta vez en China.

Tras un efímero paso por el Valencia, donde estuvo durante un mes (julio de 2008) como director técnico, Azkargorta ejerció de tertuliano en los medios de comunicación. Hasta que su amigo Evo Morales le llamó y el Bigotón acudió al rescate.