La Real Sociedad ha protagonizado un impecable camino hacia la segunda final de la Copa de la Reina de su historia. El conjunto txuri-urdin ha apeado al Sporting de Huelva y el Levante, a partido único, y al Atlético de Madrid, a doble partido, para plantarse en la lucha por el título ante el rival más difícil, el Barcelona.

El sorteo de octavos de final sonrió a la Real, que se midió al Sporting de Huelva, colista de la Liga F y que solo ha ganado un partido en toda la temporada. Las de Natalia Arroyo resolvieron con comodidad, imponiéndose por 1-4 gracias a los goles de Nerea (de penalti), Franssi, Vanegas y Jensen.

El nivel subió considerablemente en cuartos de final, donde a la Real le tocó uno de los rivales más duros, el Levante -actual cuarto clasificado de la Liga F-, con la dificultad añadida de que el encuentro se disputó en la Ciudad Deportiva de Buñol. La cita se puso más cuesta arriba en el minuto ocho con el tanto de la local Andonova. Sin embargo, a partir de ahí el conjunto txuri-urdin completó una de sus mejores actuaciones de la temporada para remontar con goles de Franssi en el minuto 57 y de Vanegas en el 70, que pusieron el 1-2. El resultado fue incluso corto para los méritos realistas, ya que Nerea y Andreia dieron dos palos.

La semifinal midió a la Real con el Atlético, un duro rival -tercero en la Liga F- al que había que superar a doble partido. La ida se jugó en Alcalá de Henares, donde el equipo entrenado por Natalia Arroyo sacó un empate (1-1) que pudo ser incluso mejor, ya que la local Gaby empató en el minuto 91 el 0-1 que había marcado Amaiur en el 64. Eso sí, el Atlético había dispuesto antes de ocasiones para marcar, pero sin acierto.

Todo se resolvió en Anoeta siete días después. Franssi en el minuto 19 y Jensen en el 60 pusieron el 2-0, pero Guijarro marcó enseguida el 2-1 y tocó sufrir hasta el final. Sin embargo, la Real, jaleada por los más de 15.000 espectadores que se dieron cita en el estadio, aguantó las embestidas atléticas y selló el pase a su segunda final de Copa.

Superados al colista, al cuarto y al tercer clasificados de la Liga F, ahora queda el reto casi imposible: doblegar a un Barcelona que parece imbatible este curso. Pero la Real confía en dar la sorpresa, y uno de sus argumentos es la impecable trayectoria copera que ha protagonizado. A ese nivel, se puede soñar...