Las realistas Amaiur Sarriegi y Nerea Eizagirre podrían encontrarse entre las quince jugadoras que han optado por renunciar a la selección española si Jorge Vilda continúa siendo el seleccionador.

La Federación Española reconoció en un comunicado, en torno a las once de la noche del jueves, que a lo largo del día había recibido “15 correos electrónicos de 15 jugadoras de la selección absoluta femenina de fútbol, casualmente todos con la misma redacción, en los que manifiestan que la actual situación generada" con el técnico "les afecta de forma importante en su estado emocional y en su salud y que, mientras no se revierta, renuncian a la selección nacional de España".

La entidad no reveló los nombres de las remitentes, pero diversos medios de comunicación citaron a los dos futbolistas de la Real entre las quince jugadoras que renuncian a la selección. Junto a Sarriegi y Eizagirre, las remitentes serían Ainhoa Vicente Moraza, Patri Guijarro, Leila Ouahabi, Lucía García, Mapi León, Ona Batlle, Laia Aleixandri, Claudia Pina, Aitana Bonmatí, Andrea Pereira, Mariona Caldentey, Sandra Paños y Lola Gallardo.

El seleccionador Jorge Vilda no convocó a Eizagirre para disputar la pasada Eurocopa a pesar de ser una de las jugadoras más destacadas de la liga, y solo llamó a Sarriegi tras la lesión de un par de futbolistas.

La Federación Española aseguró que “no va a permitir que las jugadoras cuestionen la continuidad del seleccionador nacional y de su cuerpo técnico, pues tomar esas decisiones no entra dentro de sus competencias. La Federación no va a admitir ningún tipo de presión por parte de ninguna jugadora a la hora de adoptar medidas de ámbito deportivo. Este tipo de maniobras se encuentran alejadas de la ejemplaridad y fuera de los valores del fútbol y del deporte y son nocivas”. “De acuerdo con la legislación española vigente, no acudir a una llamada de la selección es calificado como una infracción muy grave y puede acarrear sanciones de entre dos y cinco años de inhabilitación. La RFEF, al contrario de la forma de actuar de estas jugadoras, quiere dejar claro que no las llevará a este extremo ni las presionará. Directamente, no convocará a las futbolistas que no desean vestir la camiseta de España. La Federación contará únicamente con futbolistas comprometidas aunque tenga que jugar con juveniles”.

La entidad considera que “este hecho ha pasado a ser de una cuestión deportiva a una cuestión de dignidad. La selección es innegociable”. “La selección necesita jugadoras comprometidas con el proyecto, con la defensa de nuestros colores y orgullosas de vestir la camiseta de España. Las futbolistas que han presentado su renuncia únicamente regresarán en un futuro a la disciplina de la selección si asumen su error y piden perdón”.

Hace tres semanas, las capitanas de la selección española, entre ellas Irene Paredes, comparecieron públicamente para pedir cambios en la forma de trabajar de la selección. La legazpiarra, no obstante, negó que las futbolistas hubieran pedido la dimisión de Vilda.