Pradales traslada su “respeto” a CAF pero le sugiere una “reflexión”
El lehendakari admite que la situación es delicada y recuerda que el contrato se firmó hace años
El lehendakari, Imanol Pradales, se ha pronunciado sobre la participación de CAF en proyectos ferroviarios de Israel y afirmó que “quizás” el fabricante ferroviario de Beasain debería realizar “una reflexión ética” sobre estos contratos, a lo que añade que, no obstante, el Gobierno Vasco respaldará al grupo empresarial guipuzcoano en su decisión final.
CAF ha construido y en la actualidad se encarga del mantenimiento de la Línea Roja del metro ligero de Jerusalén, y también ha sido adjudicatario de la construcción de la Línea Verde, lo que ha generado críticas por parte de distintas asociaciones como el propio comité de empresa o Amnistía Internacional, entre otras.
De hecho, esta cuestión se ha deslizado recientemente en el conflicto generado por la decisión del operador belga SNCB de nombrar a CAF como socio preferente para un multimillonario proyecto que contempla una entrega inicial de 180 unidades por 1.695 millones de euros que ha sido recurrido por su competidor Alstom. En la vista celebrada ayer en el Consejo de Estado, cuatro ONG exigieron que no se le adjudicara el contrato por su implicación en el conflicto bélico, extremo que el auditor calificó de “inadmisible”.
Respeto a la normativa internacional
Preguntado por esta cuestión en una entrevista en Euskadi Irratia, el lehendakari Imanol Pradales ha reconocido que “no es una cuestión sencilla” para añadir que el contrato de Israel se logró “respetando todas las normativas de Naciones Unidas y las que se plantean a nivel internacional”. No obstante, ha añadido que la compañía guipuzcoana “quizás” debería plantearse realizar “una reflexión ética”.
“Es cierto que, viendo la salvajada y la masacre que estamos viviendo en estos momentos, hay un clima que también se debería tener en cuenta y lo entiendo”, ha señalado.
Por otra parte, ha proseguido, este contrato “no es una cuestión de hoy”, sino que el acuerdo se firmó hace seis años, cuando la guerra contra Gaza no había estallado aún, y el objetivo último perseguido era “mover a la gente en tranvía, también a los palestinos, y mejorar así sus vidas”, ha advertido.
Cuestión delicada
En todo caso, ha reiterado que, “quizás”, CAF debería plantearse “una reflexión ética” sobre el contrato que mantiene para construir el tranvía de Jerusalén, aunque ha reconocido que “hay muchos puntos de vista y hay que poner todos los puntos encima de la mesa”. “Es una cuestión delicada y compleja, porque no todo es blanco o negro, y desde el Gobierno Vasco vamos a respetar la decisión que tome o debería tomar CAF, sea continuar o cortar”, aseguró.
El consorcio TransJerusalem J-Net Ltd, formado por el Grupo CAF y la constructora Shapir resultó adjudicatario del proyecto del tren ligero de Jerusalén, que supera los 1.800 millones de euros, de los que 500 millones corresponden a CAF.
El plan contempla la construcción de 27 nuevos kilómetros de vía, 53 nuevas estaciones y varios depósitos, que engloban tanto la extensión de la actual Línea Roja en 6,8 kilómetros, como la construcción de la nueva Línea Verde que contará con 20,6 kilómetros de recorrido. También se incluye el diseño y suministro de 114 nuevos tranvías Urbos para la nueva Línea Verde.
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