Marisa Arriola ha recibido la Medalla de Oro, el máximo galardón que concede la Diputación de Gipuzkoa, por su contribución al emprendimiento en el que profundiza en esta conversación.

¿Qué representa para usted este galardón?

Al principio fue una gran sorpresa porque no me veía como una Medalla de Oro de Gipuzkoa, pero conforme han pasado los días, es un honor. Estoy muy contenta, sobre todo porque es muy compartido, detrás está todo un colectivo conformado por el equipo de BIC, los emprendedores, las empresas de Gipuzkoa con las que trabajamos… Además, tengo una vinculación muy especial con Gipuzkoa, me gusta cómo se trabaja en Gipuzkoa, me gustan las personas de Gipuzkoa, me gusta Gipuzkoa.

Accedió a la dirección de BIC Gipuzkoa casi en sus inicios. ¿Qué le convenció a hacerlo?

Fue la necesidad de volver a casa porque llevaba ya diez años trabajando fuera en proyectos de diferentes territorios del Estado, también con empresas del mundo cooperativo guipuzcoano. El currículum llegó a Tekniker, hubo un duro proceso de selección y entré en BIC. Venía del mundo de la empresa ya creada y al principio me preguntaba cómo se crea una y quién lo hace, pero pronto entendí que lo teníamos que construir con el equipo y poco a poco lo fuimos desplegando. Aunque somos una empresa privada de capital público, los sucesivos consejos de administración nos han ayudado mucho dándonos un alto margen de autonomía y de capacidad de toma de decisiones.

¿Qué destacaría de su trayectoria a nivel personal, por lo bueno o por lo malo?

No quiero pecar de soberbia, pero yo nunca he tenido un mal momento en BIC. Ha habido complicaciones, sí, pero las habituales del cargo de directora y de ser parte de un equipo. Para mí es totalmente satisfactorio venir a trabajar, no recuerdo ningún momento complejo más allá de lo que cualquier persona en el desempeño de su actividad tiene que enfrentar. En general siempre he visto avances, proyectos y retos nuevos. Y vuelvo a destacar el papel de los consejos de administración porque han sido profesionalmente muy buenos y nos han motivado y apoyado, algo que valoro mucho. Todos han sido momentos muy buenos.

Habrá visto negocios crecer, pero también algunos caer. ¿Duele ver fracasar un proyecto que BIC Gipuzkoa ha impulsado?

Muchos han caído. Más que dolor, es una frustración porque posiblemente el emprendedor se ha anticipado a un mercado que todavía no estaba maduro o porque no había viabilidad, a pesar de que estábamos convencidos. Pero la vuelta es que estas personas se reinventan. Yo no he conocido nunca a un emprendedor, y eso es una característica muy guipuzcoana, que no lo vuelva a intentar o que no vuelva a reposicionar una idea y ese es el gran misterio y la gran maravilla del emprendimiento. De las no viabilidades han surgido compañías que tienen éxito. La diputada general de Gipuzkoa utilizó el término de las alas del emprendimiento, con lo que coincido porque los emprendedores nos dan alas y nos permiten pensar que somos capaces.

¿Hay algún proyecto que haya llegado a BIC Gipuzkoa con el que se haya sentido especialmente implicada?

"He sido enferma de cáncer de mama y sé la importancia de la ciencia, la innovación y las nuevas terapias"

Hay proyectos especiales por el perfil de las personas que los impulsan y por el esfuerzo continuado que hacen para sacarlos adelante. Por ejemplo, guardo mucho cariño a Wavegarden, la empresa de olas artificiales, por todas las horas que compartí con ellos en las que vi a personas brillantes que han sido capaces de llegar a lo más alto. También me apasionan los proyectos de biotecnología y salud He sido enferma de cáncer de mama y sé la importancia de la ciencia, la innovación y las nuevas terapias. Son proyectos que me tiran, pero las personas que los ponen en marcha todavía más.

Durante estos años, ¿ha visto una evolución, bien desde el punto de vista institucional, empresarial o social?

Va evolucionando año a año, esto va muy rápido. Por un lado, los perfiles de los emprendedores son totalmente diferentes, se sitúan en el mundo de la investigación, la ciencia y la tecnología, están muy bien formados, y algunos ya vienen con experiencia. Por otro lado, las apuestas estratégicas también cambian, como se comprueba en que hace dos o tres años no estábamos hablando de tecnologías cuánticas o de biociencias.

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María Luisa Arriola recibe la Medalla de Oro de Gipuzkoa Iker Azurmendi

Entre los motivos para recibir la Medalla de Oro, la Diputación de Gipuzkoa subraya su contribución a la igualdad de género. ¿Ve a cada vez a más mujeres en el emprendimiento innovador?

"En el emprendimiento científico tecnológico está emergiendo el talento de las mujeres"

Hay una brecha indudable, pero concretamente en el emprendimiento científico tecnológico está emergiendo el talento de las mujeres, que son muy competentes en ámbitos como las biociencias y la salud, las tecnologías cuánticas o las nuevas tecnologías para la sostenibilidad y la eficiencia energética. En este mundo, el emprendimiento femenino está creciendo y va a crecer mucho más, sobre todo en Gipuzkoa.

Se encuentra en permanente contacto con los emprendedores. ¿Hay algo que les hace diferentes?

Son personas muy creativas que se mueven por objetivos, por propósitos, por sueños, por ideales y tienen una capacidad de trabajo espectacular. Son muy brillantes, y tienen una estructura de personalidad muy robusta porque aguantar este embate no es para todo el mundo. Presenta muchas dificultades y requiere mucha capacidad de interlocución, porque una parte es la científica y técnica, pero otra no menos importante es presentar la iniciativa para convencer a un fondo de capital y que pueda llegar al mercado. Hace falta resiliencia en momentos de gran incertidumbre en los que se cae todo el proyecto y hay que dar la vuelta.

¿Cómo ve el panorama del emprendimiento en Gipuzkoa?

En el emprendimiento científico tecnológico de valor diferencial Euskadi vive un salto importante, según se refleja en el GEM. Otra cosa es que cuesta y que necesitamos disponer de más fondos de capital semilla y arranque para pasar esos momentos complejos de valle de la muerte y que la compañía empiece a crecer. Es donde tenemos que poner el foco, aunque en general las cifras son buenas y tenemos cantera. Hay que tener en cuenta que esto no se hace de la noche a la mañana, los proyectos vienen de la investigación básica o aplicada y requieren un tiempo de maduración. Sin embargo , veo que tiene mucho futuro, y además es que lo necesitamos. Tenemos que ser atractivos para que vengan otros emprendedores al territorio.

La directora de BIC Gipuzkoa, Marisa Arriola, durante la entrevista con NOTICIAS DE GIPUZKOA Arnaitz Rubio

Marisa Arriola tiene otras facetas, como la presidencia de la asociación Contra el Cáncer, por la que también ha recibido el galardón.

"Estoy muy agradecida a Gipuzkoa por todo lo que me ha ayudado a nivel personal y profesional"

Soy una persona bastante optimista, con sentido común pero optimista, y creo que en Gipuzkoa hay un valor muy relevante que es el auzolan, la ayuda mutua y la cooperación, que también es muy importante para mí. Estoy muy agradecida a Gipuzkoa por todo lo que me ha ayudado a nivel personal y profesional, y quiero devolverlo ayudando a los demás. A raíz del cáncer tuve muy claro que había que ayudar y, de hecho, mi papel como presidenta de la asociación Contra el Cáncer es de voluntariado puro. Creo que a Gipuzkoa le irá bien en la medida que no pierda esos valores que inciden en el bienestar social de todos y que emanan también de las estrategias políticas porque la política es hacer el bien común para los ciudadanos.