El Gobierno vasco abrió el pasado mes en Canadá una nueva oficina de la agencia SPRI-Basque Trade&Investment. El centro constituye el número 21 en la red exterior dedicada a apoyar la internacionalización de la empresa vasca. Operar en el exterior es, desde principios de este siglo, una maniobra casi obligada para muchas compañías, pero los acontecimientos mundiales a nivel económico y estratégico están reforzando esta apuesta, con la novedad de incorporar en los últimos años mercados fuera del ámbito tradicional europeo, como la propia Canadá, Turquía y Singapur. En un mundo tan competitivo, la anticipación y el posicionamiento son fundamentales para no quedarse atrás.

Basque Trade&Investment nació en 2017, recogiendo la experiencia y los recursos que había aportado la SPRI en más de dos décadas. La primera oficina que el Gobierno vasco abrió en el exterior fue en Japón en 1989. La clave es proporcionar una atención que combine el “conocimiento sectorial con el geográfico” a partir de esa red de oficinas, reflexiona la directora de Basque Trade&Investment, Ainhoa Ondarzabal. La agencia acompaña de forma “integral” a la empresa en todo el proceso, incluyendo “todo el apoyo técnico necesario y la búsqueda de financiación para el exterior”. Además de las 15 oficinas comerciales y 6 delegaciones del Gobierno vasco, Basque Trade&Investment cuenta con una treintena de consultores estratégicos. En total, se abarcan 97 países en todo el mundo, “identificando posibles oportunidades y ayudándolas para superar las barreras”, siendo estas últimas no solo de carácter económico sino en muchas ocasiones de cariz cultural. 

A fines del mes de octubre de 2023, las exportaciones vascas superaban los 27.000 millones de euros respecto al año anterior, un 0,2% más. Un crecimiento menor que el registrado en 2022 respecto al ejercicio precedente, pero que sigue reflejando solidez en la actividad internacional de las empresas vascas. De hecho, según datos de la propia SPRI, el peso de las exportaciones en el año 2022 en el PIB de la CAV fue del 37,2%, cercano al 40,7% de Alemania y superior al 30% del Estado.

Concretamente, un total de 598 empresas vascas disponen en el exterior de un total de 2.570 implantaciones, de las que 1.529 son de carácter comercial y 1.041 productivas, según datos de Basque Trade &Investment. Por países, México, Estados Unidos y China lideran la tabla. En el gigante azteca, existen un total de 260 implantaciones (134 comerciales y 126 productivas). En su vecino del norte, las 239 implantaciones se desglosan en 140 comerciales y 99 productivas. En el país asiático, por su parte, existen hasta 228 implantaciones, de las cuales 116 son comerciales y 112 productivas. Asimismo, es América el continente con más presencia, con un total de 997 implantaciones (592 comerciales y 405 productivas). Le sigue Europa, con 728, aunque en su caso el peso proporcional es mayor entre las implantaciones comerciales (447) que entre las productivas (281). Así, en Francia las empresas vascas cuentan con 120 implantaciones (100 comerciales y 69 productivas), en Reino Unido con 125 (68 comerciales y 57 productivas) y en Alemania con 120 (87 comerciales y 33 productivas). 

Atendiendo a la distribución por sectores económicos, el peso principal lo ostentan las tecnologías de fabricación avanzada (545 implantaciones), automoción (395), energía (288), ingeniería (214), construcción y obra civil (205), ecoindustria (104), transporte (96), siderurgia (83) y electrónica (83). 

La exigencia de adaptarse a un escenario de mercado en permanente cambio

A la hora de operar en los mercados exteriores, las dificultades que se presentan son de distintos tipos. La principal llega por el propio tamaño de la empresa. “Abrir una planta productiva en un tercer país está al alcance de aquellos que tengan ya un recorrido internacional consolidado y el músculo financiero adecuado. Sin embargo, no es tan crucial para iniciar un proceso de internacionalización, ya que existe una necesidad real en la empresa vasca de diversificar los mercados, tanto para disminuir el riesgo ante cualquier suceso disruptivo en un mercado como para mantener el crecimiento”, explica Ainhoa Ondarzabal, la directora de Basque Trade&Investment. 

Acontecimientos como la guerra en Ucrania y los ataques a intereses occidentales en el Mar Rojo están alterando el panorama económico, de ahí que surja esa necesidad de multiplicar los rangos geográficos de acción. Además, por influencia de estos conflictos pero sobre todo por razones ideológicas, las políticas proteccionistas -ahí están los ejemplos de lo que supusieron para la economía mundial el Brexit y el triunfo de Donald Trump en 2016 , que puede repetirse en las elecciones de este año- han precipitado en algunos casos un cambio de reglas ante el que conviene estar preparado. “Cada vez es más importante contar con información confiable y de valor que permita responder rápidamente a las nuevas oportunidades y mercados, así como adelantarse ante nuevos cambios regulatorios y de mercado, aspecto en el que estamos haciendo un gran esfuerzo”, añade Ondarzabal.

Para ello, la agencia colabora con las empresas ayudándolas a diversificar sus mercados. La apuesta es potenciar el nombre de la empresa vasca en “mercados con gran potencial, como Corea del Sur, Japón y Turquía”. En este aspecto, Basque Trade&Investment está al tanto de la información sobre mercados y comercio para reducir la “incertidumbre” que suele acompañar a los comienzos. Además, dos circunstancias recurrentes son la “necesidad de financiación” para abordar los proyectos en el exterior y la “búsqueda de talento”. “Son dos asuntos complejos en los que muchas empresas necesitan apoyo”, resalta Ondarzabal. En el aspecto económico, la agencia cuenta con herramientas financieras propias merced a acuerdos con organismos como el Instituto Vasco de Finanzas o Cofides (Compañía Española de Financiación del Desarrollo). 

Por su impacto en el desarrollo económico vasco, las pymes suponen un apartado específico en el plano empresarial. La agencia las respalda “buscando socios, distribuidores, clientes, mecanismos de financiación y programas de talento que le doten de recursos humanos”. “Son empresas muy comprometidas y rápidas en la toma de decisiones, factores fundamentales en este proceso”, finaliza Ondarzabal.


“La empresa vasca tiene una excelente reputación en el exterior”, subraya Ainhoa Ondarzabal, que recalca que “es percibida como un socio de confianza, leal y justo, que mantiene la palabra dada”. Además, se le reconoce “su capacidad técnica, la innovación, la cercanía al cliente y la calidad de sus servicios”. En este sentido, la internacionalización no se constriñe solo a las grandes firmas, si bien lógicamente ellas cuentan con más recursos económicos y humanos para ello. “La internacionalización está abierta a todos los perfles y, cada vez más, es un requisito para garantizar la competitividad y la supervivencia de las empresas en el medio plazo”, indica Ondarzabal, que no obstante apunta que los procesos de salida al exterior de la empresa vasca se producen, por lo general, “a demanda de las necesidades de sus clientes” en países extranjeros. “La empresa vasca normalmente acompaña a sus clientes en terceros mercados y a partir de ese proceso aborda el mercado local, en un proceso de crecimiento internacional pero no de deslocalización”, matiza la directora de la agencia. “De este modo, la empresa vasca mantene la cadena de mayor valor en Euskadi”.

El contexto económico actual no es quizás el más óptimo para abordar el salto, con problemas como la inflación, el parón industrial en Europa, los altos tipos de interés y la competencia que desde hace años presentan empresas con costes más bajos y descomunales ayudas estatales, como las chinas, pero es necesario rebuscar oportunidades en otros espacios. “Hemos detectado que hay un creciente interés en los mercados de fuera de Europa, especialmente hacia Estados Unidos e India, pero sin perder el foco en los mercados principales, que están en Europa. Llevamos tiempo guiando a la empresa vasca hacia otras áreas geográficas que creemos que son de gran potencial para nuestras firmas, como el sudeste asiático y Extremo Oriente, y hacia las que poco a poco notamos un creciente interés”, abunda la directora de la agencia. 

Todo ello sin olvidar tampoco el mercado americano, con mayor pujanza actualmente que Europa al dejar atrás con más rapidez la crisis derivada de las últimas oleadas inflacionarias. “Las principales inversiones vascas que se están realizando en Norteamérica están relacionadas con sectores clave como la energía eólica o la automoción. El interés por esta zona es cada vez mayor debido a los nuevos programas de apoyo lanzados por el Gobierno estadounidense y los planes en sectores clave para las empresas vascas como la automoción o las energías renovables”, indica. Para este año, además, está prevista la apertura de otra oficina en Australia