Los centros tecnológicos somos la antena, el laboratorio de lo está ocurriendo ahora porque llevamos diez años trabajando en la captación de talento”, afirma Ion Etxeberria, director general de Ikerlan.

Ikerlan, el “brazo tecnológico de Mondragon”, tiene 79 proyectos de investigación en marcha y lidera diez iniciativas europeas. Es un socio clave de la I+D de las empresas vascas, está en contacto permanente con las universidades y también encuentra dificultades para contratar personal. Su director general explica las claves del problema, que requiere “una respuesta conjunta” de la Administración, las empresas y el sistema educativo. Para ello es necesario primero afinar el diagnóstico.

Del lado de la demanda, la industria necesita “perfiles tecnológicos, ajustados en gran medida a los retos de las transformaciones de la economía”. Entre ellos, especialistas en datos, software o inteligencia artificial. Pero además también hay un “problema demográfico, porque la generación del baby boom se está jubilando y hay que sustituir a esas personas que salen del mercado laboral”.

De modo, que la búsqueda de personal cualificado “es muy fuerte” y en cambio los estudiantes universitarios no se matriculan en las titulaciones STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, en sus siglas en inglés). Los jóvenes “no consideran atractivos esos estudios y como resultado hay escasez de perfiles” de ese tipo “en todas las sociedades avanzadas”. Para superar el reto es necesaria una gran alianza de país entre los agentes implicados que genere vocaciones STEM.

Es una carrera de fondo pero, en su opinión, hay que arrancar ya con “medidas a corto” como “captar fuera el talento” que no hay en Euskadi. Se trata de “atraer perfiles del resto del Estado y de Latinoamérica, que también tiene buenas universidades y estudiantes formados”, añade Etxeberria. Es algo que ya está haciendo Ikerlan, que incorpora a su estructura cerca de 100 personas cada año, de las que un 30% vienen de fuera con la proyección de que se llegue al 50%. El centro tecnológico destina a a la atracción exterior de talento 1,7 millones de euros anuales.

¿Que se puede hacer a largo plazo? “Sensibilizar a los niños y niñas del valor de la formación técnica desde la ikastola”. Las condiciones laborales “son buenas”, por encima de la media del tejido productivo, pero el sistema educativo no logra que esas carreras sean atractivas. En su opinión, la clave es explicar a los jóvenes el impacto en el día a día de la electrónica, la electricidad o el desarrollo de software.

“A nivel de empresa, es importante buscar la captación temprana, antes de que acaben la carrera, a través de una formación remunerada que sea un acceso al mercado laboral y a la dinámica de trabajo real”, indica. Y en definitiva, al igual que las empresas refuerzan sus departamentos comerciales o la I+D, hay que invertir en mejorar los departamentos de recursos humanos: “Hemos creído que las personas llegan solas a las empresas, pero hay que ir a buscarlas y ofrecerles buenas condiciones laborales”.