Concesionarios de Euskadi instaron ayer al Gobierno Vasco a activar un nuevo Plan Renove porque la edad media del parque automovilístico vasco “empeora” y se sitúa ya en 14,1 años, la más alta desde 2008 y por encima del promedio estatal, que es de 13,9 años de antigüedad.

Así lo trasladaron ayer en la IV Jornada de Automoción del País Vasco organizada en Bilbao por la patronal de concesionarios, Faconauto, junto a la Asociación de Concesionarios de Vizcaya, la Asociación de Empresarios de Automoción de Gipuzkoa AEGA y SEA Empresas Alavesas.

La jornada, que analizó las previsiones y el contexto económico del sector, así como la situación y evolución del mercado vasco de automoción y la posventa sostenible, contó con la intervención del delegado de Faconauto en el País Vasco, Jon Lekue. El representante de la patronal de concesionarios vascos advirtió de que tanto el mercado como las matriculaciones “siguen muy por debajo” de los años prepandemia y de que esta debilidad de las matriculaciones “impide la renovación de los vehículos en circulación y penaliza la seguridad vial y el medioambiente”.

Tras reclamar soluciones que ayuden al ciudadano medio y que contribuyan de forma directa a la renovación del parque automovilístico, Lekue apuntó que “otro indicador de este preocupante proceso” lo dan los distintivos medioambientales que emite la Dirección General de Tráfico (DGT).

Tal y como detalló, “el 29,4% del parque actual de turismos y todoterrenos en el País Vasco no dispone de este distintivo medioambiental y esta cifra engloba, principalmente, a los vehículos más antiguos y menos eficientes, los modelos de gasolina anteriores a enero de 2000 y diésel anteriores a 2006”.

Para Faconauto, “la debilidad del mercado y la consecuente crisis de matriculaciones arrastrada desde la pandemia por los problemas de stock y un contexto de consumo desfavorable están ralentizando el cambio de vehículo, tanto por particulares y familias como por flotas y empresas, de tal forma que la calidad del parque automovilístico está empeorando rápidamente”.

Según subrayó Lekue, “la realidad es que se está consiguiendo lo contrario de avanzar hacia un escenario de menos emisiones y mayor descarbonización” porque los coches son cada vez “más antiguos, con más emisiones, menos eficientes y menos seguros”.