El Gobierno español ha mejorado las condiciones de acceso a la jubilación anticipada para los trabajadores con una discapacidad igual o superior al 45%, de forma que seguirán necesitando un periodo mínimo cotizado de 15 años, pero solo tendrán que tener 5 años cotizados con la discapacidad reconocida.

"Hemos aprobado una mejora para la vida de las personas con discapacidad que son particularmente vulnerables", ha afirmado el ministro de Inclusión, Seguridad social y Migraciones, José Luis Escrivá, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que ha aprobado esta mejora por real decreto.

El mismo régimen se aplicará también a las personas que tengan más de una patología discapacitante si, en conjunto, superan el 45 % de discapacidad, cuando en la actualidad se exige que el 45 % sea causado por una sola patología.

Escrivá ha destacado asimismo que se simplifica "considerablemente" la determinación de las patologías que acreditan la discapacidad, en tanto que la lista de esas patologías se podrá modificar a través de una orden ministerial, "lo que agilizará los procesos".

REGULADA LA FÓRMULA MIXTA DE INCENTIVOS A LA JUBILACIÓN DEMORADA

En otro real decreto aprobado este martes, el Gobierno ha fijado la posibilidad de que la jubilación demorada voluntaria permita cobrar un aumento porcentual de la pensión por cada año de retraso, pero también un pago único.

Esta fórmula mixta ya estaba prevista en la reforma de las pensiones acordada con los agentes sociales en julio de 2021, pero no se había regulado hasta ahora.

Desde 2022, ha explicado Escrivá, se puede cobrar un tanto alzado (el denominado "cheque") o alternativamente un porcentaje del 4 % más en la pensión por cada año de demora en el acceso a la jubilación.

Ahora se podrá optar también por esta nueva fórmula, de forma que quienes retrasen su jubilación entre 2 y 10 años recibirán simultáneamente un incremento de su pensión del 2 % por cada año que demoren y un pago único equivalente a la mitad del que le correspondería si optaran por la fórmula actual del pago único.

De esta forma, si la jubilación se retrasa 11 años o más, el incentivo será de un pago único aplicado a 5 años del periodo demorado y un incremento del 2 % de la pensión por cada año de demora.

Escrivá ha recordado que en 2022 -primer año de aplicación- la jubilación demorada ha aumentado un 5,4 %, en tanto que en el primer trimestre de 2023 se ha incrementado un 7,8 %.

En lo que va de 2023, 1.148 nuevos pensionistas han optado por el pago único, cuya cuantía media es de 13.100 euros, ha detallado el Ministerio de Seguridad Social en un comunicado.

El 17 % de las pensiones se ha beneficiado de algún tipo de complemento por demora, frente al 12 % en el mismo periodo de 2022.