Amazon identificó y se incautó de más de seis millones de productos falsificados en 2022, el doble que en 2021, impidiendo que pudiesen perjudicar a los consumidores o ser revendidos en otros lugares de la cadena de suministro minorista, según se recoge en la tercera edición de su Informe de Protección de Marca.

En concreto, la multinacional ha elevado un 33% en 2022 su inversión en esta materia, hasta los 1.200 millones de dólares (1.106,6 millones de euros) frente a los 900 millones de dólares (829,5 millones de euros) de un año antes. Además, empleó a 15.000 personas para buscar proteger a clientes, marcas, colaboradores comerciales y su tienda frente a falsificaciones, fraudes y otros abusos. Por otra parte, el gigante del comercio electrónico evitó más de 800.000 intentos de crear cuentas de vendedor fraudulentas en 2022, en línea con su compromiso de proteger a los clientes para que puedan comprar en su tienda.

Según el documento, esta cifra ha experimentado una caída con respecto a los 2,5 millones de intentos registrados en 2021. Unos datos que confirman que los estrictos controles proactivos de verificación de vendedores de la plataforma y su estrategia de responsabilizar a los infractores de sus actos está desincentivando a los delincuentes para tratar de vender productos falsificados en la plataforma.

La multinacional, en su apuesta por proteger a las marcas, apunta a cuatro pilares clave para frenar estos casos, como son el establecer controles preventivos, rigurosos y efectivos para disuadir a los infractores, dotar a las marcas de herramientas de protección, promover que los falsificadores rindan cuentas por sus acciones ilícitas y educar al consumidor sobre estas prácticas fraudulentas.

De esta forma, el gigante del comercio electrónico ha elevado la adopción de herramientas de protección y, al mismo tiempo, el número de reclamaciones por falsificación enviadas por las marcas a Amazon disminuyó en más de un 35%.