El sector vasco de la automoción tuvo un buen ejercicio en 2022, a pesar de los problemas generados por las dificultades en las cadenas de suministro agravadas por la guerra desatada por Rusia en Ucrania. Su resiliencia se puso a prueba con buenos resultados, al facturar un 22% por encima del ejercicio anterior y superar las cifras previas a la pandemia de covid.

El Clúster de la Automoción de Euskadi, Acicae, informó ayer del balance del sector vasco correspondiente al pasado año en el que las complicaciones no le impidieron realizar unas ventas por valor de 22.423 millones de euros, superando así la cifra de 20.300 millones registrada en 2019. En este balance, además, no se incluyen las ventas realizadas por Mercedes Vitoria, la mayor compañía de la CAV.

La presidenta de Acicae, Inés Anitua, atribuyó estos buenos resultados a “la diversificación de las empresas y de sus mejoras operativas”, que vienen siendo una constante en este sector donde los procesos de digitalización se encuentran en fases avanzadas impulsados por los cambios que se suceden en el ámbito de la automoción.

Otra de las razones aportadas por Anitua fue el incremento del coste de las materias primas que tiene un doble filo, puesto que afecta a los productores en sus compras de material pero también tienen la capacidad de repercutir los efectos de la inflación a los clientes.

La evolución positiva de la automoción vasca durante el pasado ejercicio se refleja del mismo modo en el empleo con una generación de nuevos puestos de trabajo del 1%. El crecimiento eleva a más de 120.000 la cifra de personas que trabajan en alguna de las 740 plantas productivas que estas empresas tienen en funcionamiento por todo el mundo, de las que 38.414 trabajan en Euskadi.

Uno de los rasgos que caracteriza al sector vasco de la automoción es su fuerte proyección exterior tanto en presencia como en ventas. Según informó Acicae, del total de fábricas en funcionamiento casi la mitad, 345, se encuentran en el extranjero sin que se haya cerrado ninguna durante el pasado año.

La automoción vasca tiene representación en 32 países de todo el mundo, tanto en países emergentes como en mercados tradicionales, aunque las plantas de Gestamp, CIE Automotive y Mondragon en Rusia en la actualidad han parado su producción por el conflicto bélico que se produce en Ucrania.

Resultado de esta actividad exterior es que el 90% de sus ventas totales se han realizado en el extranjero, de las que más de la mitad se registran en países de fuera de Europa.

Una buena parte de todas ellas, el 74,8%, responden a contratos realizados con constructores de vehículos, mientras que el 17,5% se realizaron a los proveedores de primer nivel. El clúster añadió que sólo un 7% estuvieron destinadas al recambio. En cuanto a la tipología, casi nueve de cada diez euros facturados se realizó por vehículos destinados al transporte, individual o colectivo, de pasajeros.

Previsiones

Inés Anitua rebajó las expectativas de facturación del sector vasco de la automoción que, no obstante, volverá a cerrar con crecimiento si se cumplen las previsiones. La directora general de Acicae estimó que las ventas subirán un 6,1%, aunque incidió en que hay que aplicar mucha “prudencia” en un contexto de “inestabilidad y complejidad del mercado”.

En el caso de la creación de empleo, sin embargo, las estimaciones son superiores a los datos registrados el año pasado y en 2023 se calcula que las plantillas de las empresas vascas de automoción crecerán un 2,26% en las alrededor de 300 firmas vascas que conforman el sector de la automoción.