donostia

– Repsol continúa dando pasos en el camino hacia la transición energética, complejo en el caso de una petrolera y donde Petronor sigue ganando enteros como resorte estratégico de cara al salto. La compañía que preside Antonio Brufau y que cuenta con Josu Jon Imaz como consejero delegado ha anunciado esta semana la venta del 25% de su división upstream –exploración y producción crudo– al fondo de inversión estadounidense EIG en una operación valorada en 4.850 millones de euros.

Más allá de los números, la operación supone otro golpe de timón en la multinacional, que avanza con la guía estratégica del cambio global hacia una economía más sostenible.

El objetivo de Repsol con la venta de una cuarta parte de su negocio tradicional petrolero es doble: reducir deuda y captar recursos para seguir invirtiendo en su adaptación al nuevo horizonte productivo más respetuoso con el medio ambiente. Los proyectos ligados al hidrógeno verde que lidera Petronor en Euskadi van precisamente en esa dirección. De modo que la compañía vasca refuerza posiciones en la carrera y se consolida como una de las inversiones clave de cara al futuro.

Repsol tiene previsto invertir casi 2.600 millones de euros hasta 2030 en su apuesta por el hidrógeno verde. El objetivo es alcanzar una potencia instalada de 552 megavatios (MW) en 2025 y casi 2 gigavatios (GW) en el horizonte de 2030, año clave porque las marcas dejarán de fabricar coches de combustión en Europa. En su apuesta por el hidrógeno, Repsol se ha marcado el reto de ser el líder en la península y el tercer productor de Europa.

Y el primer hito será en enero de 2023 cuando ponga en marcha su primer electrolizador en la refinería de Petronor. Tendrá una capacidad de 2,5 MW.

El hidrógeno producido también irá destinado a los primeros autobuses y vehículos ligeros de la plataforma logística del propio parque, que contará con la primera hidrogenera (surtidor de hidrógeno) de Euskadi, impulsado por el EVE y Repsol.

El electrolizador es, según la refinería vasca, un primer paso para el desarrollo de la industria del hidrógeno renovable y de las necesarias infraestructuras para su implementación como fuente de energía descarbonizada, y representa “un primer hito” dentro del proyecto de puesta en marcha de la fábrica anunciada por Petronor y Sener en marzo de este año.

Más adelante, está previsto que en 2024 entre en funcionamiento otro electrolizador de mayor tamaño, de 10 megavatios, en el puerto de Bilbao y en 2025 entrará en funcionamiento un tercer electrolizador, en este caso de 100 MW. – A. Diez Mon/NTM