Miles de personas se manifestaron ayer en Bilbao en demanda de una actualización de las pensiones acorde con el IPC real, de una pensión mínima de 1.080 euros y de servicios públicos “de calidad”.

El acto, convocado por el Movimiento de Pensionistas de Bizkaia, se desarrolló en un ambiente festivo al coincidir con la celebración de la semana de fiestas de la capital vizcaina. Los asistentes también portaban carteles en los que se leía: “No a los recortes en Osakidetza” y “Banca, ladrones, devolved los miles de millones”, entre otros lemas.

Durante el recorrido, que contó con participantes procedentes de Asturias, se corearon consignas a favor de residencias de mayores “públicas” y en contra de la Diputación de Bizkaia, competente en esta materia, a la que recordaron que “gobernar no es privatizar”.

El portavoz del Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria, Jon Fano, explicó en declaraciones a los medios de comunicación que la exigencia de una pensión mínima de 1.080 euros beneficiaría, fundamentalmente, a mujeres, que cobran muy por debajo de esa cifra.

Entre sus exigencias, el colectivo exige la derogación de los recortes de las reformas de 2011, 2013 y 2021, y rechaza “la privatización total o parcial del mismo, bajo cualquier fórmula”, dijo Fano. Entre los servicios públicos citó expresamente a Osakidetza y denunció su “desmantelamiento y privatización”.

Fano recordó que los pensionistas vizcainos se manifiestan todos los lunes desde hace cuatro años y siete meses con estas reivindicaciones y que para el próximo 15 de octubre está previsto un acto en Madrid, junto a agrupaciones del resto del Estado. En sus afirmaciones, los representantes del Movimiento aludieron también al Gobierno Vasco, al que recordaron que “tiene ingresados en los bancos más de 8.000 millones de euros y cuenta con un remanente de dinero no gastado de 1.876,6 millones de euros”, que pidieron sean utilizados para complementar las prensiones mínimas .