Emprender un negocio no es una tarea sencilla. Requiere financiación, estructura, modelo de negocio, empleo atractivo... Pero es fundamental para el crecimiento de cualquier economía. La CAV y Navarra acumulan tradición en este campo, con gran parte del tejido empresarial surgido a partir de la combinación de la idea y riesgo y plasmado, por ejemplo, en el movimiento cooperativista.
Pero, como vienen constatando diversos agentes, ese dinamismo está decayendo ligeramente. El informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) que elabora el Observatorio del Emprendimiento de España (OEE), destaca las fortalezas de ambos territorios en algunos aspectos, pero pone deberes en otras facetas. En general, aunque a nivel social se perciben oportunidades para emprender y menos miedo al fracaso que en otros territorios, tanto la actividad emprendedora como la intención de hacerlo está por debajo de la media del Estado.
“La actividad emprendedora de carácter reciente encadena cuatro años de crecimiento, pero la intención emprendedora se estanca en España”, resume el informe del Observatorio, que celebró precisamente su encuentro anual el pasado mes de febrero en Bilbao. El documento, que cuenta con la colaboración del Ministerio de Industria, el Observatorio Mapfre de Finanzas Sostenibles y la Fundación Rafael del Pino, subraya que, a nivel del Estado, el pasado año el porcentaje de personas con intención de emprender se estancó en un 11,2%, “el mismo porcentaje que el del año anterior”. A pesar de ello, aumenta ligeramente el porcentaje de emprendedores a cargo de iniciativas recientes (de menos de tres años y medio de vida), que crece de un 6,8% en 2023 a un 7,2% en 2024, y el porcentaje de emprendedores a cargo de iniciativas consolidadas -de más de tres años y medio de vida-, que pasa del 6,7% al 6,8%. Por otra parte, la tasa de emprendedores que abandona sus iniciativas, ya sea por cierre o por traspaso del negocio, aumenta de un 3,2% a un 3,5%, aunque una de cada tres iniciativas que se abandonan no cierran, sino que continúan en manos de otros emprendedores. “Estos datos reflejan un proceso emprendedor más activo desde la pandemia, pero que corre el riesgo de ralentizarse en el futuro por el estancamiento de la intención emprendedora de la población”, proclama el informe.
¿Y cuáles son sus conclusiones acerca de Euskadi y Navarra? Positivas por un lado, pero negativas por otro. Así, según el informe, Euskadi es el territorio con un menor porcentaje de miedo al fracaso en la iniciativa y también, junto a Navarra y la Comunidad de Madrid, donde los encuestados perciben “más oportunidades y facilidades” para emprender y lo consideran una “buena opción profesional”. Por otra parte, la población “se encuentra más capacitada para hacerlo y con el convencimiento de que emprender brinda estatus social y económico, respaldado por modelos de referencia que son difundidos habitualmente por los medios de comunicación”.
No obstante, a la hora de poner en práctica una idea emprendedora, los resultados se resienten. De esta forma, Euskadi y Navarra aparecen, junto a La Rioja y Asturias, como las comunidades con menor intención emprendedora, por debajo del 7% de la población adulta de España. Tanto en emprendimiento potencial como en actividad emprendedora reciente, la CAV como Navarra están también por debajo de la media. Las tasas de actividad emprendedora reciente y consolidada superan la media en la Comunidad de Madrid, Catalunya y Comunidad Valenciana. Navarra es la primera en empresas consolidadas de emprendedores, mientras que Euskadi es de las últimas en esa clasificación. No obstante, ambas comunidades presentan una media de cierres de empresas emprendedoras muy baja, y por debajo de la media, siendo la CAV la penúltima, con un 1% de cierres de negocio en 2024.
MOTIVOS
“Existen comunidades como La Rioja o Euskadi que se caracterizan por un perfil emprendedor más conservador, en el que hay una menor proporción de personas dispuestas a emprender, pero que una vez emprenden no abandonan fácilmente. Y otras, como Navarra, que encabeza la lista en proporción de emprendedores consolidados, pero es la cuarta por la cola en intención emprendedora e iniciativas recientes”, subraya el informe del Observatorio.
El último informe específico sobre Euskadi que realiza el Observatorio Vasco del Emprendimiento, asociado al propio organismo estatal, recoge datos de los años 2023 y 2024 y subraya que casi la mitad (47,5%) de la población adulta de la CAV percibe contar con el conocimiento y las habilidades necesarias para emprender, “siendo muy significativa la diferencia entre quienes están o no involucradas en el proceso emprendedor”. Sin embargo, “algo más de la mitad (53,2%) de la población vasca manifiesta que el temor al fracaso supone una barrera para poner en marcha un negocio”. Este temor, aunque desciende respecto a estudios anteriores, “sigue siendo importante cuando se compara con otros países del entorno”. Asimismo, y aunque mejora cuatro puntos –hasta llegar a un 30,3%– la percepción de que existen oportunidades para emprender, duplicando así el registrado en plena pandemia (16,5%), ese valor todavía está por debajo aún del dato correspondiente al año 2019 (40,1%). “Se trata también de un dato que podríamos considerar bajo cuando se compara con la media en la UE (49,2%)”, se lee.
Conclusiones
Resumen
informe. La actividad emprendedora encadena cuatro años de crecimiento en España, mientras que el emprendimiento potencial se estanca, según las conclusiones del ‘Informe GEM España 2024-2025’, del Observatorio del Emprendimiento de España.
Iniciativas
PROYECTOS. El estudio del OEE muestra que, en 2024, el porcentaje de personas con intención de emprender se mantuvo estable en un 11,2% y aumentó ligeramente la de quienes estaban a cargo de iniciativas recientes (de menos de tres años y medio de vida), que se incrementó de un 6,8% en 2023 a un 7,2% en 2024.
Igualdad
gÉNEROS. En España, más del 70% de las mujeres y hombres emprenden por encima de los 35 años. Sin importar su sexo, y en el caso del emprendimiento reciente, el 10% cuenta con un máster y el 11% con un doctorado, sean hombres o mujeres.
Sectores
DIFERENCIA. El informe revela que el tipo de negocios que arrancan hombres y mujeres es distinto. Seis de cada diez emprendedoras recientes ofrecían servicios para el consumo final, mientras los hombres se centran en servicios a empresas.
Por su parte, en el caso de Navarra los datos del informe Global Entrepreneuship Monitor Navarra del año 2023 reflejan que su patrón emprendedor se diferencia del observado en España y en Europa. Así, “Navarra se caracteriza por tener un índice de actividad emprendedora relativamente bajo mientras que el peso de las empresas consolidadas es de los más altos de España y de Europa”. Además, y aunque la pandemia no afectó a la actividad emprendedora en Navarra tanto como la del conjunto del Estado, desde entonces “la actividad emprendedora española se ha incrementado mientras que en Navarra la misma se mantiene constante alrededor del 5%”.
COMPARATIVA
En cualquier caso, las tasas de emprendimiento en el Estado están bastante por debajo de las de países europeos como Noruega, Suiza, Alemania o Países Bajos. “Las estadísticas reflejan un proceso emprendedor más activo desde la pandemia, pero que corre el riesgo de ralentizarse en el futuro por el estancamiento de la intención emprendedora de la población española”, subraya el estudio del Observatorio del Emprendimiento. De hecho, con relación a los 51 países que formaron parte del estudio internacional sobre las percepciones y miedos relacionados con el emprendimiento, España se posiciona “como el territorio en el que la población adulta percibe menos oportunidades para emprender, aunque escala posiciones en relación al miedo al fracaso como factor limitador en comparación a años anteriores”. Respecto al género, el estudio recoge que “después de la pandemia las mujeres igualaron la tasa de emprendimiento de los hombres pero, desde entonces, los hombres han superado ligeramente a las mujeres a la hora de iniciar nuevos proyectos empresariales”. Y en lo que respecta a sectores, cae el industrial y sube el de servicios en sus distintas ramas de actividad.
Por otra parte, la mayoría de las empresas que se crean ofrecen servicios a los consumidores, y están dirigidas en su mayoría por hombres y mujeres universitarios y mayores de 35 años. “Los emprendedores contratan cada vez menos
empleados y exportan menos, pero saben que necesitan innovar, usar la inteligencia artificial e invertir en reducir su impacto medioambiental”, remarca el documento, que también hace hincapié en que los extranjeros residentes en el Estado “tienen más ganas y necesidad de emprender que los españoles, y se han convertido en los causantes del aumento de la actividad emprendedora”.
En los próximos años, “la sociedad española tiene el reto de aumentar el atractivo del emprendimiento para la población, y favorecer que las iniciativas emprendedoras sobrevivan a sus fundadores”, un reto que requerirá esfuerzo financiero, administrativo e ideológico.