Osakidetza ofrecerá durante el curso 2025-2026 un total de 577 plazas de formación sanitaria especializada para médicos y enfermeros residentes (MIR), lo que supone la mayor de la historia con 11 plazas más que en el curso anterior.

El Departamento vasco de Salud ha informado de que ha vuelto a ofrecer este año el máximo de plazas posibles en las categorías vinculadas a la Atención Primaria, una de sus "prioridades estratégicas".

En concreto, son 115 plazas de Medicina Familiar y Comunitaria, lo que supone un incremento del 53 % en la última década; 37 en Enfermería Familiar y Comunitaria, lo que cuadruplica la dotación de hace diez años; y 30 en Pediatría, es decir, un 66 % más que entonces.

Además, en esta convocatoria por primera vez se ofertan 5 plazas en Medicina de Urgencias y Emergencias, una nueva especialidad para responder a las necesidades sanitarias en esta área y que tendrá una duración de cuatro años. Los dos primeros serán comunes a la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria.

Osakidetza ha logrado además cubrir todas las plazas ofertadas en el presente curso 2024-2025. Según ha recordado contrató al 78,4 % de profesionales de Medicina de Familia que completó su residencia en 2024 y al 78,7 % del personal de enfermería especialista.

La distribución de las 577 plazas de este curso se reparten en 438 plazas de facultativos MIR (incluidas plazas de especialidades médicas), 115 plazas de enfermería, 14 de psicología clínica, 9 plazas de farmacia hospitalaria y 1 de radiofísica hospitalaria.

Por territorios, 110 corresponden a plazas en Álava, 314 en Bizkaia y 153 en Gipuzkoa. La formación se lleva a cabo en 7 centros hospitalarios, 10 unidades docentes.

El consejero vasco de Salud, Alberto Martínez, ha destacado que en la última década la oferta de plazas de formación de jóvenes residentes en Euskadi ha crecido un 84 %, "un crecimiento sostenido que es esencial para poder garantizar la formación a jóvenes que sustituirán a profesionales en vías de jubilación". Ha subrayado que este relevo es "clave de cara a seguir adecuando el sistema sanitario a los retos de una sociedad cada vez más envejecida y con más enfermedades crónicas y dependencia".