El pesimismo se instala de nuevo entre los economistas vascos. La incertidumbre creada por la guerra de Ucrania, la inflación energética y la crisis de suministros está impactando en las expectativas de los analistas sobre la evolución de la economía en los próximos meses. Así, un 56% de los economistas vascos cree que la situación de la economia vasca a final de año será peor que la actual, mientras que solo un 22,7% cree que mejorará. 

La percepción de que la desaceleración ya está aquí se extiende, a tenor de los resultados correspondientes al mes de junio del Ekonometro, la encuesta semestral que el Colegio Vasco de Economistas realiza entre sus casi 4.000 colegiados y cuyas conclusiones han sido dadas a conocer esta mañana en rueda de prensa por sus coordinadores.

"Son mayoría quienes opinan que la situación económica de Euskadi ha empeorado en los últimos seis meses, con un 49,3% que cree que ha empeorado algo y un 5,9% que piensa que ha empeorado mucho", resumió Mercedes Vallejo, profesora del Departamento de Economía Aplicada de la UPV/EHU y una de las autoras del cuestionario. 

Dentro de los problemas que amenazan al crecimiento de la economía vasca a corto plazo, el principal tiene que ver con todo lo relacionado con la energía, puesto que el 72,3% de los encuestrados sitúa al alza del precio de electricidad, gas y carburantes como el gran obstáculo. En segundo lugar estaría la inflación, con un 59%, y en tercera posición la crisis de suministros, con casi un 50%. 

El control de la inflación aparece en el panorama como la gran barrera a derribar, pese a que "no existe una opinión unánime" sobre qué medida adoptar, indicó la profesora Vallejo. Así, la opción más elegida, con un 52%, es que debería potenciarse el llamado pacto de rentas, por el cual se moderarían los beneficios empresariales y los salarios laborales con el objetivo de que los precios no se desboquen. En segundo lugar, con un apoyo del 43,6% está las rebajas fiscales, y en tercer lugar, con el 39,8%, la mejora de las cadenas de producción y distribución.

El Colegio ha preguntado en esta ocasión por un asunto que cada día preocupa más a los agentes económicos, como es la falta de profesionales especializados y la carencia de un relevo generacional. Más del 80% de los economistas consultados confirma la existencia de este problema. Ante esta situación, las propuestas con más respaldo tienen que ver con la retención del talento propio, la anticipación para formar profesionales específicos y dotar a la sociedad de unos conocimientos digitales, así como el desarrollo de políticas públicas que favorezcan el relevo profesional en determinados sectores.

Sobre el desempleo, existen más dudas a la hora de emitir un diagnóstico unánime. Según el Ekonometro, el 34,8% considera que disminuirá poco y un 30,1% piensa que seguirá como hasta ahora, mientras que un 29% cree que el paro aumentará poco y un 3,7% piensa que se incrementará mucho.

Por último, sobre las oportunidades futuras que se abren a las empresas vascas en el contexto inmediato, destaca el hecho de que los economistas vascos no confían demasiado en la coyuntura que ofrecen los fondos europeos Next Generation, asociados a la recuperación postcovid, y sí lo hacen en, principalmente, todo lo que tiene que ver con las energías renovables, la I+D+i y la transformación digital.