- La Unión Europea desembolsó ayer al Estado el primer tramo del fondo de recuperación Next Generation, que asciende a 10.000 millones de euros y que estaba sujeto a cumplir distintos compromisos.

A principios de mes el Ejecutivo comunitario ya emitió una opinión favorable para el pago pero necesitaba aún el visto bueno de los Veintisiete, que se produjo la semana pasada. Una vez realizada la transacción, este tramo de 10.000 millones se une así al anticipo de 9.000 millones que el Ejecutivo comunitario adelantó a mediados de agosto y que no estaba sujeto a condiciones.

Este primer tramo dependía de reformas incluidas en casi todos los componentes del plan de recuperación del Gobierno. Ocho de ellas forman parte del capítulo sobre modernización de la Administración, entre ellas la normativa para reducir la temporalidad en el sector público.

También tenía un peso importante la reforma de la fiscalidad con medidas como la introducción de la tasa digital, el gravamen sobre transacciones financieras o modificaciones en el impuesto de sociedades y de impuestos indirectos.

En este primer desembolso además se incluyen medidas del capítulo de la reforma laboral, como son la ley que regula el teletrabajo, la normativa para reducir la brecha salarial de género y la entrada en vigor del plan de acción contra el desempleo juvenil.

En cuanto a la reforma de las pensiones, el desembolso de estos 10.000 millones estaba condicionado a la separación de las fuentes de financiación de la Seguridad Social, la revisión de las bonificaciones de los planes individuales de pensiones y la modificación del complemento de maternidad de pensiones.

Otras hitos y objetivos incluidos entre los requisitos para acceder a este tramo de ayudas directas son la aprobación de la ley climática, la estrategia de descarbonización, la hoja de ruta del hidrógeno, la estrategia de economía circular, el plan de digitalización de pymes o la estrategia de inteligencia artificial.