Este viernes es un día grande para el Irudek Bidasoa Irun. Por un lado, porque visita el emblemático Palau Blaugrana (21:00 horas, Teledeporte), circunstancia que para cualquier equipo de la Liga como de la Champions League suelen ser palabras mayores. Y por otro lado, porque al club guipuzcoano se le suma una efemérides, y no cualquiera: disputará en semejante escenario su 800º partido en la Liga Asobal.
El club guipuzcoano, que suma la marca de siete temporadas clasificado como mínimo cuarto, es el cuarto clasificado en el histórico de la competición, título que ganó en 1995. A ese cetro liguero, cosechado en el histórico abril días antes de la Champions League que Elgorriaga ganó en Zagreb, hay que sumarle la Liga de 1987, la antigua División de Honor antes de que la gestionara la asociación de clubes.
El Bidasoa es un club Asobal de primera hora: desde el ascenso de 1977, no perdió la categoría hasta 2007, con lo que esa transformación administrativa le pilló en la cúspide. Entre 2007 y 2016 navegó en la segunda categoría salvo el paréntesis de la 13/14 por la desaparición del Atlético de Madrid. Tiempo que aprovecharon Barça. Ademar y Granollers para dejar atrás a los guipuzcoanos en una clasificación histórica en la que son cuartos con 888 puntos.
Aniversario redondo: 800
El Bidasoa, entonces Elgorriaga, jugó su primer partido en la Liga Asobal y lo ganó (19-27) en la cancha del mítico Valladolid, entonces Michelín por motivos de patrocinio. En el primer partido de Asobal en Artaleku la siguiente jornada cayó ante el Atlético de Madrid (19-20), ganó al Tenerife Tres de Mayo a domicilio (21-27) y tras el empate en Irun ante el Teka (18-18) debió esperar a la quinta jornada, de nuevo en Artaleku, para apuntarse la primera victoria como local, ante Helados Alacant (25-20).
El 50% de partidos ganados
Cuarto en la clasificación histórica de la Liga Asobal como consecuencia de los ocho años que estuvo fuera de la elite, el hoy Irudek Bidasoa Irun llega a Barcelona con un balance de 399 victorias en 799 partidos, 88 empates y 311 derrotas.
Mejor racha: 21 partidos invicto, con 18 triunfos
Si buscamos en la historia liguera del club guipuzcoano, hay que remontarse a la 94/95, la del doblete de la Liga y la Champions, para hallar la mejor racha en una misma temporada. Fueron nueve partidos consecutivos sin perder, nueve victorias entre las jornadas 15 y 23, por encima de las dos rachas de ocho encuentros de la 20/21 y la 21/22: Teka Cantabria (27-28), Pilotes Posada Octavio (36-37), Ademar (31-18), Puleva Maristas (24-29), Huétor Granada (22-17), Conquense (18-29), Guadalajara (26-23), Ciudad Real Seguros Soliss (24-34) y el extinto BM. Valladolid (22-18).
Si buscamos la mayor racha invicto, esas nueve citas son la semilla que crece hasta la quinta jornada de la siguiente temporada, la 95/96. La histórica 94/95 culminó con Teucro (empate a 23), victorias ante Juventud Alcalá (25-21) y Alzira (30-20), nuevo empate en Barcelona (25-25), triunfos ante Cadagua Gáldar (27-19), Granollers (26-27) y Teka (27-20).
Son en total 16 choques en esa temporada para una racha que se prolongó en el comienzo de la siguiente, con 21 partidos en total: Guadalajara (23-18), Barakaldo (20-22), Valencia (32-18), San Antonio (21-21) y Conquense (15-12). La derrota ante Granollers truncó esos 21 partidos imbatido (28-26).
Peor racha: en la temporada fugaz
La otra cara de la moneda hay que buscarla en los años más complicados del club en Asobal. Hasta la 2004/2005 no había encadenado cinco encuentros sin conocer el triunfo. Lo hizo en esa temporada en dos ocasiones, entre las jornadas 8 y 12, y entre la 16 y la 20, y en la 06/07, la del descenso, llegó a encadenar ocho encuentros sin llevarse dos puntos al bolsillo entre las jornadas 17 y 24.
Aun así, la peor racha se localiza en el año que el Bidasoa Irun jugó en Asobal por la desaparición del Atlético de Madrid. La incógnita de no saber dónde estaría el equipo la siguiente temporada hizo que el equipo tuviera una hechura similar al planificado para la División de Honor Plata. Subió, pero no se hipotecó. Aun así, bajó al cabo de pocos meses tras diez últimas jornadas en las que no puntuó. Esos diez duelos, más el primero de Asobal tras el siguiente y último ascenso, disputado en Aranda de Duero, engrosan los once partidos sin conocer el triunfo.
A punto de los 21.000 goles a favor
El 800º partido no es el único número redondo que el conjunto dorado va a alcanzar en las próximas fechas: si nos atenemos a los goles a favor, lleva anotados 20.954 goles, con lo que se encuentra a 46 tantos del gol número 21.000 en la máxima categoría. Durante años, la marca eran los 40 goles que se llevó el Teucro en la temporada 96/97, pero en las últimas temporadas ha quedado roto en tres ocasiones, todas también en Artaleku: los 42 goles que recibieron Cisne (42-31; 22/23) y Anaitasuna (42-33; 23/24), y los 41 a Logroño La Rioja (41-29; 22/23). El récord negativo de goles anotados fue en la temporada 91-92, cuando Elgorriaga Bidasoa se quedó en 13 en su visita al Palau, donde cayó 29-13.
Solo 12 goles encajados en un partido
Si miramos a la portería propia, el Bidasoa se ha movido en buenos récords. El de mediados de los 90 era otro balonmano, pero tampoco aquel de los años 70, con ese 5-3 contra Anaitasuna en el exilio de Don Bosco por las obras del Frontón Uranzu. Aun así, en la 95/96, Elgorriaga Bidasoa venció al Balonmano Conquense por 15-12 en Artaleku, un resultado que hoy en día parece de la primera parte. Incluso se queda corto.
El total de goles encajados asciende a los 20.446 y la peor tarde fue en el Palau en la temporada 13/14, con 47 goles encajados. En cuatro de las cinco veces que el Bidasoa ha encajado al menos 40 goles en Liga, hay que reparar al mismo escenario: el citado 47-28 (que con 75 tantos también es el partido de la historia liguera del Bidasoa con más goles sumaron ambos contendientes); 43-24 de la 97/98; 41-26 de la 06/07 y el 40-26 de la 98/99. El otro equipo capaz de llegar a la cuarentena de goles fue el extinto Portland San Antonio (41-27; 05/06).
Club implicado
El CD Bidasoa ya había debutado en 1970 en la máxima categoría, pero la creación de la asociación de clubes en 1984, denominada Asobal, abrió una nueva era que supondría la puesta en marcha de la Liga seis años después. En ese nacimiento estuvo el club irundarra como uno de sus 13 fundadores y con Beñardo García en la junta directiva inicial como tesorero, presidida por el vallesano Jaume Rodríguez y con el colchonero Enrique Cerezo como vicepresidente.
La implicación bidasotarra en la gobernanza de la Liga volvería a estar presente en la época de Javier Sesma, que se implicó en la III Junta Gestora entre diciembre del 2000 y octubre del 2001, mientras que el actual presidente bidasotarra, Gurutz Aginagalde, fue elegido para la Comisión Delegada de la entidad en abril de 2021.