- El encarecimiento de la energía disparó los precios en abril un 2,2% en comparación con el mismo mes de 2020, un incremento casi un punto superior al de marzo (1,3%) que supone el mayor avance desde octubre de 2018.

La fuerte subida de precios recogida en el indicador adelantado del índice de precios al consumo (IPC) de abril publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), está, de acuerdo a los primeros datos, directamente relacionada con la energía.

El INE detalla que en abril se produjo el encarecimiento de la electricidad y que los precios de los carburantes y combustibles se mantuvieron estables, lo que contrasta con las caídas registradas un año antes, en pleno confinamiento por la pandemia.

Los precios de la electricidad en el mercado mayorista se situaron en la primera mitad de abril un 60% por encima del cierre de marzo y un 229% por encima de los de abril de 2020 -cuando se paró la actividad no esencial-, impulsados por el encarecimiento del gas y de los derechos de CO2 (dióxido de carbono), según la consultora ASE.

Los carburantes, de acuerdo al Boletín Petrolero Europeo, se mantuvieron estables en abril con respecto a marzo, aunque la gasolina era ya un 19% más cara que un año antes y el gasóleo, un 15% más caro.

La influencia de la energía en los precios de abril es tan significativa que, si se atiende a la inflación subyacente -que no tiene en cuenta los alimentos no elaborados ni los productos energéticos por ser los más volátiles-, disminuyó tres décimas hasta situarse en cero.