Unos 60 electos de la región Île-de-France han exigido al CEO de Alstom a que abandone su posición y comience de inmediato con la producción del contrato de 2.560 millones de euros para renovar la línea de cercanías RER B de París. De lo contrario, aseguran, Alstom se expone a acciones judiciales que las licitadoras RATP y SNCF ya anunciaron, y más aún, a que futuros concursos públicos contengan cláusulas "de lealtad" que tendrán relación con la evolución de los contratos realizados o vigentes.

Se trata del último episodio de una polémica que arrancó a comienzos de febrero, cuando Alstom dejó tirada a CAF en un contrato que la empresa guipuzcoana, en alianza con Bombardier, consiguió a mediados de enero. Aquella decisión dejó fuera a la francesa Alstom, que concurría en el mismo concurso, aunque según distintas fuentes, con una oferta unos 600 millones más cara.

Al mismo tiempo, Alstom había cerrado la compra de la canadiense Bombardier y fue a primeros de febrero cuando esa unión anunció su negativa a cumplir con los compromisos adquiridos, aunque en la reunión del 11 de febrero se limitó a pedir tiempo.

Semanas son las que han transcurrido y la tensión en la política gala es patente, ya que distintas voces reclaman más dureza contra Alstom por su negativa a asumir el contrato para renovar el material rodante de una línea que es la segunda de Europa con más pasajeros con cerca de un millón pasajeros al día, une los dos grandes aeropuertos parisinos y aspira a crecer un 30%.

Según ha dado a conocer el rotativo Le Parisien, 60 electos que se sientan en el consejo de Île-de-France Mobilités, la autoridad de control y coordinación de las empresas de transporte que en la región parisina, han remitido una carta en la que exigen que Bombardier empiece a trabajar en el pedido de los 146 trenes junto a CAF, habida cuenta de que las primeras unidades se deben entregar en 2025.

Más aún, fuentes sindicales aseguran que dicho contrato daría trabajo a la antigua planta de Bombardier en Crespin (al norte de Francia, principal planta ferroviaria en suelo galo) hasta 2032, lo que les llevó a denunciar que Alstom les quita "el pan de la boca" queriéndose retirar del trabajo para el RER B. El acuerdo con Bombardier ha generado contratiempos para Alstom en dicha planta del norte de Francia, que este miércoles ha realizado una huelga, con bloqueo de entradas y salidas de la fábrica, para reclamar "garantías" sobre sus condiciones laborales tras la fusión. Allí trabajan cerca de 2.000 operarios, 1.600 de ellos, fijos.

En la carta que los 60 cargos públicos parisinos han remitido a la dirección de Alstom se despiden con una fórmula que va más allá del protocolo y que es elocuente del estado de la cuestión entre las autoridades públicas francesas y Alstom: "Esperamos que su compañía sea capaz de arreglar una relación de confianza debilitada". Una frase que tiene su significado cuando, más allá de la renovación del la línea de cercanías RER B, Francia abordará los próximos años la transformación de su red ferroviaria, con el impulso entre otros de los trenes nocturnos.

"Ahora que se han retirado o depurado los distintos recursos, se ha validado el trámite y se ha adjudicado y firmado el contrato, estamos a la espera de que dicho contrato se ejecute sin dilaciones", escriben los electos en la carta, donde recuerdan la posición unánime de la dirección de la autoridad de transporte de la región.

Duras críticas

Más allá de esa postura "unánime", distintas voces de la política francesa van más allá y claman en las últimas fechas contra la posición de Alstom. Así Jacques Baudrier, del Partido Comunista y teniente de Alcaldía en el Ayuntamiento de París, donde es delegado de la construcción pública, reclamó en Twitter una nueva reunión extraordinaria de Île-de-France Mobilités ante el "diálogo de sordos" entre la licitadora RATP y Altsom, a la vista del "escándalo" de que el pedido "está todavía bloqueado". "¿Qué hacen los representantes gubernamentales en RATP? Nada. ¿Y la presidenta de Île-de-France Mobilités, Valérie Pécresse? Nada".

Más allá va Plus de Trains, una asociación de viajeros de la línea RER B, que reclama que Alstom sea declarada "persona non grata, en primer lugar por el propio Estado, mientras no resuelva la escandalosa disputa sobre el pedido de los nuevos trenes y no empiece a construirlos".

De momento, CAF mantiene su habitual perfil discreto, después de anunciar en las primeras jornadas de la polémica que mantenía su intención de cumplir con el contrato.