- La entrevista se produce poco después de la comparecencia del consejero en el Parlamento para explicar las claves del presupuesto, que, tras constatar que la caída de la recaudación será este año menor de lo previsto, Pedro Azpiazu anuncia que será "bastante expansivo".

Acaba de plantear en el Parlamento llevar más allá el Concierto Económico, ¿en qué sentido?

-Lo que vamos a hacer, porque toca ahora, es concertar impuestos. Hay unos impuestos que ya están aprobados en el Estado, la tasa financiera, la tasa Google, el IVA de las transacciones por Internet, imposiciones como la de los plásticos€ En ese sentido sí va a suponer una ampliación de la capacidad del Concierto.

Precisamente una de las piedras angulares del Concierto es el Consejo de Finanzas que acaba de fijar las previsiones de recaudación.

-Fue un Consejo de Finanzas muy importante. Teníamos pendiente cerrar la previsión después de todos estos meses especulando cuánto iba a ser la caída. En un principio estimábamos que la caída iba a ser mucho mayor y hemos visto, afortunadamente, que la caída puede ser menor. Hemos mejorado los últimos meses y seguiremos mejorando en el tramo final del año hasta llegar a una caída del 13,3% en relación al año anterior. Es algo más, casi un 15%, en relación a los presupuestos.

Bastante menos de lo que se temía.

-Sí, pero es una caída muy importante: más de 2.000 millones de euros, que en términos de las aportaciones al Gobierno Vasco supone un descenso de alrededor de 1.500 millones. Eso hay que compensarlo.

Pero hay herramientas para compensarlo, ¿se han sentido aliviados?

-Lo que hay es una capacidad de endeudamiento que hemos conseguido negociando con el Estado en la Comisión Mixta del Concierto. No sabemos qué déficit dejará el descenso de las aportaciones este año y, por lo tanto, no sabemos qué capacidad de deuda adicional vamos a tener que utilizar para compensar esa caída. Se ha remitido al Parlamento un proyecto de ley para elevar el límite del endeudamiento. Iremos endeudándonos gradualmente en función de la necesidad, no vamos a endeudarnos por encima de la necesidad.

¿Y de cara a 2021?

-Ahora estamos trabajando en el presupuesto. Las aportaciones de las diputaciones serán mayores en 2021, cerca de 650 millones más, en línea con el aumento previsto de la recaudación, pero muy por debajo de lo inicialmente presupuestado para este año. Las aportaciones, más el aumento del límite de endeudamiento pactado, nos permite hacer un presupuesto para 2021 que cubre todas las necesidades y que será bastante expansivo.

¿En qué partidas se crecerá?

-Tenemos un marco y dentro de ese marco el crecimiento será importante. Además, teniendo en cuenta que no es previsible que el capítulo uno, el de personal, vaya a aumentar mucho -ahora se está debatiendo esa cuestión en el Estado-, para el resto nos va a queda una cuantía bastante importante, con un incremento mayor del de los últimos años.

¿Será un incremento general?

-Sí y es lógico porque este año hemos tenido necesidades adicionales importantes en materia de Salud y Educación derivadas del COVID. Son necesidades que, junto a otras, se van a consolidar de manera estructural de cara al futuro. Y luego vamos a tener que hacer frente a compromisos como el de aumentar la innovación en un 6%, más los retos digitales, tecnológicos o energéticos. Cada departamento debe fijar las prioridades y actuaciones dentro de ese marco que fija Hacienda .

Ese marco está diseñado a raíz de unas previsiones económicas con base en el contexto actual, se empieza a hablar de toques de queda, confinamientos selectivos€, ¿qué ocurriría si la situación sanitaria se agrava?

-Nuestra previsión para este año es un descenso del PIB de algo más del 10%, pero para el año que viene estimamos un crecimiento importante, del 8,9%, quedará todavía terreno que recuperar y pasaremos dos años en blanco. Son cifras que nos parecen razonables en la situación actual.

¿Y si la situación empeora?

-Empeorará la economía, pero no hay que ponerse dramáticos. En principio no tenemos motivos para pensar que vaya a ir a peor. Veremos cómo discurre a realidad de la pandemia, porque los datos cambian todos los días, pero insisto, nuestra previsión es crecer fuerte el año 21 y seguir haciéndolo en 2022. Si llega el momento, cambiaremos, pero no hay que confundir a la gente si no hay nada concreto. Las previsiones económicas sirven incluso para inducir a los agentes económicos a tener un comportamiento proactivo.

En cuanto a la evolución de los impuestos, no ha sido ninguna sorpresa la caída del IVA, en Sociedades, los beneficios de las empresas están como están, ¿ha tenido el IRPF mejor comportamiento de lo esperado? ¿Ha sido clave en que el resultado no haya sido tan malo como se temía?

-El IRPF, efectivamente, tiene una previsión de caída del 1,8%. Ha caído mucho la actividad, pero no tanto el empleo. Muchos trabajadores han estado en ERTE, lo que ha permitido mantener por lo menos una parte importante de las rentas. El Impuesto de Sociedades cae un 38% y veremos las pérdidas que han ido acumulando las empresas, pero para el año que viene se prevé un aumento del 4,7%. El IVA se recuperará en un 11,3% cuando ha caído un 17,9%, tampoco vamos a recuperar los niveles de IVA. Algo que si se espera que ocurra en el IRPF, porque aumentará el empleo y, aunque no suban mucho los salarios, la situación de los ERTE será diferente. El conjunto de los impuestos crecerá un 6,3%, ojalá fuera más.

Ese crecimiento supondría una recaudación inferior a la de 2017, ¿cuándo se va a superar el bache?

-Desde el año 2014 hemos tenido un ritmo de crecimiento que nos permitía aumentar la productividad, aumentar el empleo y garantizar un crecimiento sólido de la economía. Todo eso se fue al traste con la crisis del COVID, este año se ha producido una ruptura drástica, en lo económico y en el ámbito presupuestario y de endeudamiento. Ha trastocado las cuentas públicas y ha hecho que Europa reconozca que algo hay que hacer. Ha suspendido las reglas fiscales, que constreñía el gasto público. Van a ser más flexibles al menos los dos próximos años para que las administraciones puedan acometer esa caída de la recaudación con unos aumentos de deuda para no recortar políticas básicas y trabajar para volver a la situación anterior.

La UE ha lanzado también un plan para facilitar esa tarea.

-Europa ha dicho que va a lanzar un plan de 750.000 millones de euros, que no sabemos en cuánto va a quedar al final, porque si España dice que no va a pedir la parte de endeudamiento, que solo quiere la parte de subvenciones, no sabemos con cuánto se va a quedar el Estado. Y luego tampoco sabemos cuándo y cuánto de ese dinero va a venir a la CAV, para los proyectos de Euskadi, que es lo que a nosotros nos interesa. Esta todo en el aire: todavía no sabemos si Europa quiere poner exigencias o no y de qué naturaleza o si los proyectos que se presentan en Europa tienen que ir acompañados de un programa estatal de reformas... No sabemos casi nada.

Con todo, el Ejecutivo vasco ya está trabajando en ese ámbito.

—Vamos a ordenar las actuaciones de gobierno que entendamos que pueden cumplir con las condiciones que Europa va a exigir para obtener a esos recursos. Además también vamos a tratar de ir en proyectos conjuntos con diputaciones y si es posible con ayuntamientos grandes de modo que hagamos un plan de proyectos interinstitucionales de país, que cumplan con las exigencias de Europa y que podamos acceder a estos recursos. Serán proyectos que supongan un cambio fundamental pero no solo porque Europa lo exija, también lo pretendemos.

¿Qué plazos manejan?

-Lo de Europa está muy en el aire. Vamos a ir trabajando, ajustando los proyectos, los números, para cuando podamos presentarlo en Europa lo hagamos. A lo largo de este año tendremos más claves y podremos presentar proyectos, espero. Y en el primer cuatrimestre del año que viene parece que va a haber tiempo para poder negociar, revisar, los proyectos con Europa. Con lo cual, los primeros dineros llegarán en el mejor de los casos a finales de 2021. O incluso se retrasarán.

Parecía al principio que esos fondos europeos iban a ser un salvavidas, pero con esos plazos, el trabajo en casa es el más importante.

-Claro. Lo que no se puede pretender, es que vamos a meter cualquier cosa de cualquier manera y Europa nos va a dar dinero. No, Europa va a poner unas exigencias y hay que cumplirlas. Si son proyectos de digitalización, de transición energética, y llevan aparejadas una serie de reformas.

¿Hay proyectos maduros?

-Evidentemente. Los proyectos no surgen como champiñones. Son retos que están ahí, las ideas están avanzadas. Son proyectos a los que se les viene dando muchas vueltas, no se improvisan de la noche a la mañana, las instituciones las estaban trabajando.

¿Seguirán adelante si no hay fondos europeos?

-Sacaremos adelante los proyectos que este Gobierno entienda que es necesario acometer. Si no tiene financiación europea por el motivo que sea, porque llega menos dinero del esperado o por lo que sea, lo financiaremos con recursos, con deuda, en el futuro con impuestos€, pero lo haremos.

El ministro de Sanidad ha advertido que los próximos seis meses serán muy duros, ¿se percibe en el Gobierno Vasco que esa es la frontera que hay que superar y que a partir de ahí todo será más favorable, incluido el ámbito económico?

-En general no es fácil acertar en las previsiones, pero es mucho más complejo cuando la economía no depende solo de factores económicos, cuando está ligada a una crisis sanitaria que te puede llevar a un confinamiento o a un cierre de las empresas. Especular con lo que puede ocurrir en materia sanitaria desde luego se me escapa. Yo lo que quiero como ciudadano es que esto acabe cuanto antes; que pueda quitarme la mascarilla, que pueda relacionarme como antes, con más cercanía porque se acabado esta pesadilla del COVID. Y a partir de ahí recuperar la normalidad en la vida y en la economía.

"Las aportaciones y el aumento de deuda nos permiten hacer un presupuesto expansivo que cubre todas las necesidades"

"Sacaremos adelante los proyectos que son necesarios. Si no llegan fondos europeos, los financiaremos con recursos propios"

"Que esto se acabe cuanto antes, que pueda quitarme la mascarilla, y a partir de ahí recuperemos la normalidad en la vida y la economía"