- A falta del último empujón, puede decirse que el acuerdo en el Metal de Gipuzkoa está al caer. Se trata de un convenio que lleva pendiente desde 2011, el más importante en Gipuzkoa, ya que cubre las condiciones laborales de más de 40.000 trabajadores. Es, en ese sentido, el eje de la negociación colectiva vasca junto al Metal de Bizkaia, renovado el pasado diciembre. El visto bueno de ELA a la propuesta de la patronal Adegi (el sindicato de Mitxel Lakuntza cuenta con el 48,76% de los delegados del sector) permite hablar de preacuerdo a falta de saber si algún otro sindicato ofrece también su firma para dotar a la nueva regulación de eficacia en todas las empresas.

La primera reacción del resto de centrales con representación en el sector fue de hostilidad. LAB, CCOO y UGT se mostraron muy críticos con ELA por plantear este movimiento en solitario y le acusaron de “poner en peligro la negociación”. Las tres centrales mostraron su “perplejidad” por el movimiento de ELA y consideraron que las condiciones en las que ha firmado el acuerdo con la patronal son “insuficientes”.

Lo ocurrido en Gipuzkoa parece el reverso de la moneda de lo que pasó en Bizkaia. El sindicato mayoritario de Euskadi se quedó fuera del acuerdo cerrado hace unos meses en el Metal de Bizkaia después de un enconado conflicto, mientras que en Gipuzkoa ha decidido ser el primero en decir sí al acuerdo. Habrá que ver si el resto se queda fuera de este marco.

En la comparecencia que realizó ELA para anunciar el acuerdo, Unai Martínez, responsable del Metal del sindicato, explicó que el texto trabajado con Adegi reúne condiciones “históricas” y “únicas en todo el Estado”, con subidas del 9,6%, subrogación para importantes colectivos y el blindaje frente a las reformas.

Lo cierto es que a falta de conocer si hay más centrales que se suman a este texto, solo el apoyo de ELA ya dota a la mesa de negociación de un clima de concertación. El último convenio de la industria de Gipuzkoa se firmó para los años 2010-2011 y, de los cuatro principales sindicatos, solo CCOO se quedó fuera.

En principio, para que un convenio sectorial tenga aplicación directa en todas las empresas se precisa el apoyo de más del 50% de la representación sindical, aunque en este caso, dado el peso de ELA en las industrias guipuzcoanas, el acuerdo tendría su aplicación casi asegurada. Será decisiva en ese sentido la postura de LAB, con una presencia muy importante en el territorio y que ayer acusaba a ELA de actuar “de forma unilateral”.

Martínez, junto a la responsable de Industria, Uribarri Idigoras, realizó este anuncio la víspera de la reunión que celebra hoy la mesa negociadora del convenio territorial. No obstante, el apoyo de ELA no sería suficiente para sacar adelante un convenio de eficacia general en el sector, que requeriría al menos la firma de otro sindicato. En la actualidad, la representación se completa con LAB (34,37%), CCOO (12,39%) y UGT (4,46%).

Unai Martínez puso en valor el contenido de la propuesta que Adegi llevó a la reunión del pasado viernes en la que la patronal ya advirtió de que sería la “última”.

El responsable de ELA opinó que el planteamiento de la patronal, que ha sido sometido al análisis de su militancia, permite firmar un “acuerdo histórico” en un sector que se mantiene con las condiciones del que se firmó para el periodo 2010-2011. “Hay trabajadores que avanzarán una década en sus condiciones laborales”, subrayó Martínez. Aseguró que al acuerdo demuestra que “en una situación extraordinaria” se pueda acordar un “convenio extraordinario”.

Entre las principales “mejoras” que incluye el documento, figuran incrementos salariales del 8,8% hasta 2019 en tablas salariales -también en dietas o viajes- y del 0,8% en 2020 -en total un 9,6%-. Para 2021 y 2022, se garantiza el IPC para todas las empresas del sector, sin devolución en caso de que sea negativo. Además, las modificaciones colectivas de salario solo podrían aplicarse mediante acuerdo previo.

La propuesta de Adegi incluye asimismo “blindaje contra las reformas laborales”, subrogación de subcontratas, contrataciones máximas de un año por ETT y medidas en favor de la igualdad.

Martínez quiso dejar claro que los contenidos son el resultado de años de trabajo, “resistencia” y “solidez organizativa de un sindicato como ELA”, que ha demostrado que “con voluntad y contenidos está en los acuerdos” y valora “los esfuerzos que realiza también la otra parte”.

Finalmente, envió un mensaje al resto de patronales vascas: “ELA considera que es hora de que el resto de patronales vascas, tanto privadas como públicas, apuesten por valorar el trabajo de sus trabajadores, así como por la estabilidad y los derechos laborales como mejor receta para salir de esta difícil coyuntura”

ELA se encontrará hoy en la mesa negociadora con los otros tres sindicatos, que emitieron sendas notas de prensa en las que rechazan el anuncio. Para LAB, el de ELA es un “paso unilateral” que no comparte, ni “sus prisas, ni la decisión”, y se preguntó “qué interés” tiene ELA en “finiquitar las negociaciones”.

CCOO, por su parte, expresó su “sorpresa” por lo sucedido y aseguró que “no da crédito a la valoración que hace ELA de la última propuesta llevada a la mesa por la patronal” cuyos contenidos tilda de “escasos”, por ejemplo, en materia de salarios, igualdad, ETT o seguridad y salud laboral.

Finalmente, UGT criticó la actitud “impositiva de la patronal, que amenazó con dar por finalizadas las negociaciones si no se firmaba su última propuesta”, y la postura “poco entendible” de ELA, que “también da por concluidas” las conversaciones.