donostia - El número de empresas en Euskadi descendió el pasado año un 0,5% al registrar 305 menos que a cierre de 2018, lo que significa que por vez primera en cinco años, desde 2013, la CAV ha perdido tejido industrial focalizado sobre todo en industria y servicios. Gipuzkoa, además, es la que sale peor parada porque su porcentaje de bajada es de un 0,6% cuando en Bizkaia se cifra en un 0,3% y en Araba en un 0,2%.

Los signos de desaceleración que ya comenzaron a advertirse durante la segunda mitad del pasado año han tenido un reflejo directo en el tejido empresarial vasco, según queda reflejado en el informe que ayer hizo público la patronal Confebask, donde se constata que el ritmo de creación de empresas no solo se ha ralentizado sino que, por el contrario, ha adquirido un signo contrario y revoca a un lustro en el que, pese a que en cantidades pequeñas, los negocios comenzaban a aflorar.

En Euskadi, a cierre de 2019 se contabilizaban 58.958 empresas, de las que 20.656 se situaban en Gipuzkoa, con una reducción de tres centenares que se ha ido produciendo de manera paulatina mes tras mes. Esta cifra enfría las posibilidades de recuperar las 64.635 que estaban activas en mayo de 2008, el máximo antes de que la crisis diezmara esta población.

El negativo comportamiento del pasado ejercicio confirma, además, las sucesivas alertas lanzadas por la patronal vasca Confebask acerca de la falta de capacidad del tejido empresarial de la CAV para recuperarse de este periodo negro para la economía del territorio. Un dato más que argumenta esta advertencia viene recogido en el informe publicado ayer, donde figura que en Euskadi el porcentaje de empresas desaparecidas desde niveles precrisis es del 8,6%, casi el doble que el 4,7% registrado en el Estado.

marca Aún así, no parece que se vaya a llegar al máximo histórico en caída de empresas en Euskadi que se marcó en agosto de 2009, cuando la bajada se cifró en un 3,7%, pero la tendencia da un vuelco para pasar del terreno positivo al negativo, y son dos importantes sectores de la economía vasca, industria y servicios, donde se producen los descensos.

De hecho, el sector industrial es el más afectado por el cierre de empresas sin que se generen nuevas para remplazarlas. Confebask cifra este porcentaje de caída en un 1,4% cuando el de servicios se sitúa en un 0,5%. El pasado 2019 se presenta como el que registra una caída mayor, de 96 firmas que, no obstante, no es muy pronunciada si se tiene en cuenta el alto número de compañías que conforma el sector.

Los negocios inscritos en servicios han tenido una pérdida mayor, de 245 empresas, que se acentúa porque constituye una caída después de varios años de constante crecimiento. En 2014 subieron en 715, cifra que no se alcanzó en años posteriores pero que habían cerrado en números verdes hasta ahora.

En este escenario se salva la construcción que, una vez más, da señales de estabilizarse en un proceso, eso sí, que presenta sus altibajos. A cierre de 2019, las empresas constructoras crecieron en 55 y contradijeron así la tendencia del conjunto del tejido empresarial de Euskadi.

concursos El informe de la patronal vasca también ofrece datos acerca de las empresas en procedimiento concursal, donde si bien el crecimiento es notable, existen matizaciones. Entre enero y septiembre de 2019 las firmas en concurso de acreedores ascendió a 210, casi nueve puntos porcentuales superior al mismo periodo del año anterior.

Pero en este caso Confebask subraya que durante el tercer trimestre la cifra se redujo un significativo 17,5%. La construcción presenta el mejor comportamiento, con una bajada del 34,4% mientras que en servicios se incrementó un 15,4% y en industria un 27,8%.

0,6%

es el porcentaje de reducción del tejido empresarial en Gipuzkoa, donde a cierre de 2019 se registraban 20.656 compañías. Este territorio vasco es el que presenta una mayor caída, puesto que en Bizkaia el porcentaje fue del 0,3% y en Araba del 0,2%.

1,1%

La construcción vasca fue el único sector que salvó la situación al crecer su cifra de compañía más de un punto porcentual. Esta evolución contrasta con la de la industria, con una caída del 1,4%, y la de servicios, donde la reducción de empresas alcanzó el 0,5%.

171

mil personas trabajaban a cierre del pasado ejercicio como autónomas en Euskadi. Este colectivo se ha reducido en 1.519 empleados por cuenta propia, casi un punto porcentual menos.