donostia - Los jóvenes vascos afrontan una carrera de obstáculos para acceder al mercado laboral. No solo tienen que convencer al empresario para que les contrate y les permita tener su primera experiencia laboral, además tiene que producirse un hueco en la compañía y la dinámica de prolongar la vida laboral de los trabajadores en activo añade tensión al salto hacia el primer empleo. De forma paralela, la digitalización del industria y de la economía en general recorta por un lado el volumen de trabajadores y por otro exige un perfil de asalariado con alto nivel de especialización.

Por todo ello, el Consejo Económico y Social vasco (CES) puso ayer deberes a la administración, a los sindicatos y a los empresarios. A su juicio, es necesario alcanzar “un pacto de país” con el objetivo de “diseñar e implementar políticas que mejoren la empleabilidad de la juventud vasca en el contexto de la Revolución 4.0”, según destacó.

La economía va a avanzar a una velocidad mayor y los trabajadores con baja cualificación serán los más afectados. Quien no tenga capacidades para subirse al tren de la industria 4.0 se quedará en el andén del desempleo y los jóvenes están obligados a reforzar sus conocimientos para no verse en esa situación.

El mensaje es claro: la digitalización es una oportunidad para el conjunto de la sociedad, pero es una “amenaza” que puede “empeorar la situación en el mercado de trabajo de determinados colectivos de jóvenes con menor cualificación o dificultades de inserción”. El presidente del CES, Francisco José Huidobro, presentó ayer en Bilbao el estudio La empleabilidad de la juventud de Euskadi y el acceso al mercado laboral desde una perspectiva regional europea comparada. También estuvieron presentes el economista y presidente de la comisión que ha elaborado el estudio, Jon Barrutia, y la responsable de Estudios y Proyectos del CES, Leire Ozerin.

El análisis comparado con estas “regiones de referencia” refleja que la juventud vasca de menos de 25 años “muestra una especial dificultad para acceder al mercado de trabajo” y sus condiciones “laborales y vitales pueden catalogarse como comparativamente peores”. Por otro lado, los datos de abandono escolar prematuro son “similares a los de Escocia, aunque “ligeramente mayores” a Baviera y Flandes, mientras que es “similar” la presencia de jóvenes que ni estudian ni trabajan.