GASTEIZ. La consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantxa Tapia, ha asegurado que la entrada del Gobierno vasco en el capital de CAF, de la que ha adquirido un 1,24% de las acciones, es una medida "relevante" para la compañía, a la que el Ejecutivo pretende "acompañar" en sus retos de futuro.

Tapia ha comparecido este martes en la Comisión de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Parlamento Vasco para informar, a petición de la oposición, sobre la operación del Gobierno vasco para entrar en el capital de la empresa guipuzcoana CAF.

El Gobierno vasco compró el mes pasado a Kutxabank el 1,24% de las acciones a la compañía ferroviaria CAF, a través de una operación por la que pagó 15 millones de euros al banco vasco.

El parlamentario de EH Bildu Iker Casanova ha acusado al Ejecutivo autonómico de efectuar esta operación con el objetivo de "hacer un favor" a Kutxabank. Además, ha cuestionado la necesidad de entrar en el capital de una empresa sobre la que no existe "riesgo de desarraigo", y ha señalado que el Gobierno podría haber dado un destino "mejor" a los 15 millones de euros invertidos en esta operación.

Por parte de Elkarrekin Podemos, José Ramón Becerra ha señalado que se trata de una operación "oscura", que no está "justificada" por los criterios por los que habitualmente se rigen este tipo de decisiones. Además, ha criticado que el Gobierno comprara las acciones de CAF a Kutxabank, a un precio "más caro" que el que le habría costado adquirirlas en el mercado de valores.

Desde el PP, Antón Damborenea ha coincidido con EH Bildu al señalar que CAF no tiene "problemas financieros" y, aunque ha afirmado que la decisión del Ejecutivo no le parece "mal", ha reclamado a la consejera que "clarifique" los criterios para realizar este tipo de operaciones.

"NO ES UN REGALO"

Tapia ha reiterado que la compra de las acciones de CAF a Kutxabank "no es un regalo" al banco vasco. Según ha explicado, con su entrada en el capital de la empresa guipuzcoana, el Gobierno pretende convertirse en "un socio estable y comprometido con el futuro" de la compañía.

La consejera ha explicado que la compra de acciones de CAF no responde al objetivo de evitar el desarraigo de la empresa, una posibilidad que ha descartado, ni a que la empresa tenga necesidades de financiación.

Asimismo, ha aseverado que la intención del Gobierno es convertirse en un socio "relevante" de CAF para "acompañar" a la empresa en los importantes retos de futuro que debe afrontar, entre los que ha citado las inversiones tecnológicas que la empresa deberá acometer para "no quedarse atrás" y las "alianzas" que habrá de establecer para acceder a contratos internacionales.