donostia - El origen de Oikocredit se encuentra en un momento de pleno vigor del apartheid y con la oposición a la guerra de Vietnam en su punto más fuerte. Un grupo de personas se mostró contraria a financiar empresas cuyos principios no compartían y decidieron crear una alternativa.
De 1975 hasta la actualidad la cooperativa ha ido creciendo hasta reunir a 52.000 inversores que, en conjunto, representan unos préstamos activos de 611 millones de euros. Las ayudas económicas llegan a 28 millones de habitantes de los países más pobres del mundo, localizados tanto en Asia como en África y América.
En el Estado, Oikocredit tiene presencia en Euskadi, Barcelona y Sevilla y gestiona una inversión de once millones de euros procedentes de más de 1.000 personas, y actualmente se encuentra en proceso de expansión.
Más cerca, en la CAV, confía en mantener su ritmo de captación de inversores. “La sociedad vasca y navarra en general es muy solidaria y tenemos una buena acogida allí donde llegamos, aunque todavía no son muchos sitios”, indica Jorge Berezo.
Su experiencia con la sociedad vasca le ha demostrado que “cuanto más te das a conocer, mayor es el crecimiento de las inversiones”, lo que demuestra el interés que capta en Euskadi la financiación ética y responsable.
Además, “las personas que invierten son muy fieles”, señala el presidente de Oikocredit Euskadi, quien añade que “quien necesita recuperar el dinero que ha invertido, naturalmente lo hace sin problemas, pero lo más habitual es que las inversiones realizadas se mantengan en el tiempo”. - M.M.