donostia - En un escenario convulso, los ciudadanos tienen ciertas dificultades para decidir dónde depositan sus ahorros con la intención de, por lo menos, no perderlos. La agencia de valores Qrenta desde su sede de la CAV en Donostia trabaja por asegurar esta premisa con la independencia absoluta como tarjeta de presentación.

¿Cuál es la función de la agencia de valores Qrenta?

-Nosotros gestionamos las cuentas de nuestros clientes sin pasar por un banco, porque son estructuras muy bien hechas pero tienen sus propios intereses y venden lo que les conviene. Una de nuestras características clave es la independencia, no tenemos que dar cuenta a nadie que no sean nuestros clientes. Yo no tengo que vender productos ni fondos, sino que tomo mis propias decisiones, correctas o no, pero libres. Somos 50 agentes en nuestras sedes de Barcelona, Madrid, Valencia y Euskadi, y gestionamos alrededor de 400 millones de euros

¿Qué perfil tienen quienes contratan sus servicios?

-Nosotros queremos clientes moderados o, como mucho, arriesgados. A quienes no podemos dar servicio es a los del depósito o cuenta corriente ni a los muy arriesgados. Nuestro cliente es todo aquel que tenga ahorros, no ponemos límites de inversión, nos encanta tener multimillonarios pero al de 30.000 euros le prestamos la misma atención. Actualmente atendemos a más de 3.000 personas y cada año incrementamos este número en 500.

¿Cuáles son los valores que rigen su actuación profesional?

-Protección o intentar no perder dinero, rentabilidad o procurar ganarlo, liquidez y planificación. Sobre todos ellos, la independencia que nos permite elegir de manera autónoma qué productos creemos que son buenos.

¿Qué situación financiera vivimos?

-Asistimos a un cambio de ciclo. Entre 2002 y 2006 las acciones preferentes, las OPAs y las obligaciones bonificadas eran los productos más rentables. Los dos años siguientes fueron los más críticos para obtener rentabilidad, pero en 2009 y 2010 hubo una recuperación de la mano de la renta fija. A partir de entonces, y hasta el año pasado, la renta a largo ofrecía un 30,6% de rentabilidad, pero ahora ese discurso ha acabado y entramos en una nueva fase.

¿Qué caracteriza ese nuevo escenario?

-Desde la caída de China volvemos a una situación similar a la de 2007 y 2008, donde ningún producto ofrecía rentabilidad, y no sabemos por dónde van los tiros. En estos casos, recomendamos a nuestros clientes la cuenta corriente y, si surge algo interesante, comprarlo. Qrenta es una agencia de valores moderada cuyo objetivo es no perder y, si se puede ganar, hacerlo, por lo que yo no me voy a arriesgar con productos que pueden tener a largo un buen comportamiento, pero que de momento no está claro. Apostamos por la renta fija a corto, para tener liquidez y así capacidad de aprovechar alguna oportunidad muy puntual.

Ustedes han apostado firmemente por el Mercado Alternativo Bursátil.

-Qrenta se ha convertido en líder o uno de los agentes principales del MAB. Nadie habla de esto, pero para nosotros es un mercado clave porque nos permite ofrecer al cliente alternativas que si van bien resultan muy rentables. Además, hacemos un servicio a la sociedad y te pongo como ejemplo la primera empresa a la que acompañamos en su estrenos en el MAB. Al principio era muy pequeña, pero luego creció hasta los 130 empleados y una facturación de 140 millones de euros anuales, con lo que ayudamos también a crear empresas.

Y, a su vez, las empresas pueden beneficiarse de este instrumento.

-Con el MAB, el gran problema de este país de la financiación de las pymes podría estar resuelto. Pero las administraciones tienen que potenciarlo más. Las empresas acuden a este mercado bien por vocación, bien porque no encuentran ninguna otra vía de obtener recursos económicos para sus proyectos y una compañía cotizada vende mucho mejor por cuestiones como la publicidad gratuita y las garantías de estar en este mercado. El MAB es un producto interesante tanto para la empresa como para el cliente final.

El MAB se presenta entonces como una fuente de financiación alternativa atractiva. ¿Propone alguna más?

-Debemos tender hacia alternativas que no son solo las plataformas de crowdfunding, sino algo más reglado que son las emisiones de deuda. Tenemos el MARF, que es el primo cercano del MAB donde las compañías, en lugar de vender acciones, emiten obligaciones y está dirigido a firmas con un tamaño algo mayor.

El Banco Central Europeo ha colocado los tipos de interés a 0%. ¿Qué recomienda Qrenta, ser ahorrador o inversor?

-Ahorrador. La liquidez es un activo, la no inversión puede ser una gran inversión. No se trata de quedarse quieto por completo, hay que buscar oportunidades pero desde una posición cautelosa. Si surge una emisión de renta fija que nos gusta la compramos. Si vemos la posibilidad montamos una estrategia con acciones en bolsa. Pero estamos en un nuevo periodo en el que la liquidez es indispensable para poder reaccionar ante una buena inversión, que no puedo adelantar cuál será porque no tenemos la bola mágica. Los tipos de interés están anestesiados artificialmente, pero tarde o temprano volverán a subir y entonces podremos volver a la compra de bonos que nos garantizan tres o cuatro años de un 5% de rentabilidad. De momento, precaución.

¿Han preparado algo para ese momento?

-Pronto tendremos listo un fondo serio garantizado casi al 100% donde si la Bolsa sube se podrá obtener el 70% de ese repunte, no como los que existen ahora donde siempre hay unos valores que se comportan mal y reducen las ganancias.

¿Cómo define la cartera ideal para 2016 de Qrenta?

-Liquidez, bonificadas y oportunidades.