donostia - Los caseríos productores de leche en Gipuzkoa han pasado de ser 1.701 en 2000 a 394 el pasado año, lo que significa que estas explotaciones se han reducido un 75% en apenas tres lustros. El sindicato agrario EHNE exigió ayer a la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, adoptar medidas para mejorar esta preocupante situación, agravada tras la decisión del Parlamento Europeo de eliminar el sistema de cuotas de producción en el sector lácteo.
Los datos ofrecidos ayer en Donostia por los representantes de EHNE José María López de Abechuco y Garikoitz Nazabal dibujan un panorama sombrío del sector tanto en territorio guipuzcoano como en la CAV. Tres cuartas partes de los caseríos que se dedican a producir leche en Gipuzkoa han desaparecido.
En consonancia con este declive de las explotaciones, el número de vacas productoras de leche también ha descendido desde el año 2000 en Gipuzkoa, donde los 16.800 ejemplares registrados ese año se convirtieron en poco más de la mitad, 8.553, en 2014. Del mismo modo, los 101.104 litros de este producto que se comercializaron durante el año 2000 se han ido reduciendo sensiblemente ejercicio tras ejercicio, hasta llegar a los 68.787 del año pasado.
Los representantes de EHNE criticaron que, desde el pasado 1 de abril, se ha añadido un nuevo obstáculo en esta actividad, que es la decisión del Parlamento Europeo de eliminar el sistema de cuotas de producción en el sector lácteo lo que, según aseguraron, les ha situado ante “un mercado sin ninguna regulación” en el que se sienten “totalmente indefensos”.
Uno de los principales problemas que viven los productores de leche es el precio que reciben por cada litro que, según lamentó el sindicato agrario, “en muchos casos no cubre los gastos de producción”. Los cálculos estiman en 0,35 euros la cifra que garantizaría que el ganadero no tiene pérdidas en su actividad, cuando en la actualidad “son frecuentes precios entre 0,24 y 0,28 euros el litro”.
A este respecto, EHNE criticó que algunos caseríos “han recibido 0,15 euros debido a las prácticas de bajos precios que manejan ciertas industrias”. López de Abechuco y Nazabal alabaron la decisión del Gobierno de Francia de establecer un precio mínimo para el litro de leche de 0,34 euros, lo que demuestra “una vez más que con voluntad política se pueden tomar decisiones en pro de mantener un sector fuerte, mientras que otros se escudan en normas de la competencia para no tomar medidas efectivas”.
Por este motivo, se dirigieron a la ministra de Agricultura para advertirle de que “la leche no sale del grifo” y pedirle por tanto la adopción de una serie de medidas porque “Euskal Herria cuenta con un sector eficiente y profesional que no se puede dejar perder”. Entre ellas, destaca la referida a regular el mercado interno e instaurar un control de la producción y establecer precios por encima de los costes, además de realizar un seguimiento riguroso de los contratos lácteos para evitar la competencia desleal.
Del mismo modo, apelaron a las administraciones locales para elaborar “políticas propias” que respondan a las necesidades de los agricultores y ganaderos. “El sector lácteo no puede esperar a que los políticos vuelvan de vacaciones”, urgieron.