donostia - El número de autónomos empezó a crecer en Euskadi a partir de mediados de 2013 de la mano del repunte general del mercado de trabajo, pero la mejoría se ha estancado en los últimos meses. El colectivo de emprendedores ha quedado rezagado respecto al ritmo que marca la ocupación asalariada. La CAV cuenta con cerca de 174.000 autónomos inscritos en la Seguridad Social, apenas un 1% más que el suelo de hace dos años, mientras que la afiliación ha crecido en conjunto por encima del 2,5%. En los últimos doce meses el autoempleo prácticamente se congela con un ligero retroceso en la primera mitad de 2015.
Los autónomos están notando en menor medida que el resto de la población activa la progresiva aceleración de la economía vasca, a pesar de la batería de incentivos para el colectivo que ha puesto en marcha el Gobierno español. Las ayudas al sector están siendo claves en la recuperación de las cifras de empleo en el Estado, junto a otros estímulos para impulsar las versiones más precarias del trabajo asalariado, como los contratos a tiempo parcial o el llamado contrato de apoyo a emprendedores, que incluye un año de prueba con despido gratuito.
Solo los incentivos públicos explican que en el año 2013, todavía con tasas de crecimiento muy planas y con la construcción cayendo, en España se generasen 54 nuevos autónomos al día, según los cálculos de la asociación ATA, en contraste con la evolución a la baja que aún siguió ese año el conjunto de la ocupación.
La tarifa de 50 euros a la Seguridad Social, la posibilidad de capitalizar el paro al iniciar una actividad profesional o de volver a cobrar el desempleo en un plazo de cinco años en caso de darse de baja de autónomos son algunas de las ventajas aprobadas por el Ejecutivo del PP esta legislatura, incluyendo ciertas rebajas fiscales.
única salida La falta de oportunidades durante la crisis ha hecho que muchos desempleados hayan visto el autoempleo como la única alternativa, una opción reforzada por este tipo de incentivos. Pero, más allá del nivel de incertidumbre que conlleva esta modalidad, los agentes sociales advierten de que la figura del autónomo es una cara más de la precariedad laboral, con la que el empresario repercute al trabajador el coste de la Seguridad Social o de las herramientas y materiales de trabajo. En este sentido, algunos estudios alertan del fraude creciente de los falsos autónomos, trabajadores que no pertenecen a la plantilla pese a trabajar en las mismas condiciones que cualquier compañero indefinido, si bien las asociaciones de autónomos no observan un aumento especial de este fenómeno. En todo caso, sí parece que el autoempleo, tradicionalmente ligado a la construcción, ha comenzado a desplazarse a otras ramas de actividad.
En los últimos dos años el número de autónomos afiliados a la Seguridad Social ha crecido más del 4% en el Estado español, y cerca del 2% en los últimos doce meses, hasta casi 3,18 millones. Son alzas superiores a las registradas en la CAV, donde sube un 1% desde julio de 2013, lo que equivale a 1.700 nuevos autónomos. La afiliación ha aumentado estos dos años un 2,53%, 22.000 trabajadores más.
Desde el verano de 2014 el autoempleo ha frenado su avance y apenas crece en 600 personas, un 0,36%, incluso se produce una caída de once centésimas desde el cierre de 2014 a pesar de la mejoría general del empleo. La caída en relación al año 2008, cuando Euskadi contaba con 190.000 autónomos, roza el 8%.
Las medidas para hacer más atractiva esta fórmula laboral no han servido para que el sector despegue en la CAV. Según el Gobierno español, en dos años 24.000 autónomos vascos se han beneficiado de la cotización reducida de 50 euros, pero los escasos avances en el empleo indican que muchos de estos nuevos emprendedores no tienen continuidad.
Frenazo en la CAV. En Euskadi había en julio registrados en la Seguridad Social 173.946 autónomos, un 0,43% menos que en junio y un 0,11% menos que a cierre de 2014. En el último año la cifra crece un 0,36%, y desde el mínimo de 2013 un 1%.
Más asalariados. Los avances en relación a 2013 están por debajo de la subida producida en el conjunto de la afiliación a la Seguridad Social, del 2,53% en dos años y de cerca del 2% desde julio de 2014. En lo que va de 2015 el balance general del mercado laboral vasco también es positivo.
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autónomos más hay en Euskadi en relación a julio de 2013, año en que el sector tocó suelo, cuando se registraron 172.200 afiliados.