Donostia. El grupo de empresas Ner Group, impulsado por Koldo Saratxaga, cerró el primer semestre de este año con un aumento del 10 % de su facturación durante el primer semestre de 2013 con respecto al mismo periodo del año anterior. Las previsión para este ejercicio es de un incremento de las ventas en un 17% hasta alcanzar una cifra de negocio de 326 millones de euros.

Este aumento de las ventas en la primera mitad del año tiene su origen, entre otros factores, en la subida de las exportaciones en un 16%, lo que ha dado lugar a que los resultados hayan experimentado un incremento del 420%.

Como dato significativo, durante este semestre la plantilla que está compuesta por alrededor de unas 1.500 personas registró un incremento del 2,5%.

Según Ner Group, la clave de este aumento de la cifra de negocio está "en una clara estrategia de orientación al cliente de todas las personas de la organización y un importante esfuerzo de internacionalización".

Las 22 empresas que forman parte de Ner Group, entre las que destacan Ampo, TTT Goiko, Ekin, Ingemat, Royde, Panelfisa, etc., destinan el 71% de su producción al mercado exterior, donde están presentes en un total de 60 países.

Un elemento que carecteriza el funcionamiento de las empresas de Ner Group son las sinergias que se establecen entre ellas, a pesar de su distinta personalidad jurídica, ya que hay sociedades anónimas, limitadas, cooperativas y sin ánimo de lucro, pertenecientes a distintos sectores.

Otro aspecto referencial es la filosofía que justifica el grupo en la que "son sus personas las que aportan valor a las organizaciones y las que realizan la innovación, trabajando en equipo y orientando toda sus acciones a satisfacer las necesidades de los clientes".

Esta filosofía que subyace en el funcionamiento de Ner Group es fomentar el empleo y evitar su destrucción entre las empresas del grupo, por lo que si alguna compañía tiene dificultades la alternativa es que los trabajadores decidan bajarse los salarios para afrontar la situación.

Asimismo, el 30% de los resultados de las empresas van destinados a salarios, siempre y cuando la situación lo permita, así como una actualización automática del IPC, en una decisión que corresponde tomar a los trabajadores.