La construcción está envuelta en un importante proceso de transformación para acometer los grandes desafíos que se le presentan. El objetivo de este camino hacia la industrialización del sector es agilizar plazos, ser más sostenibles y atraer talento. Con ello, además de su propio crecimiento, pretende aportar al que quizá sea el mayor problema que enfrentan las sociedades europeas: la crisis de vivienda. “La construcción está bien, pero necesita transformarse y necesita acometer su transformación industrial para poder hacer frente a unos retos que van a ser ambiciosos en los próximos años”, apuntaba este jueves el presidente de Build:INN, Alberto Marín, durante la asamblea general del cluster vasco de la construcción.

Una cita que aprovechó el consejero de Vivienda y Agenda Urbana, Denis Itxaso, para hacer un llamamiento al sector a no dejar pasar la oportunidad que representa el nuevo PERTE que ha aprobado recientemente el Gobierno español y cuyas convocatorias “se van a lanzar en otoño”. La iniciativa está dotada con 1.300 millones de euros y está orientada precisamente a la construcción industrializada. Con ella se busca, precisamente, impulsar un modelo más rápido y sostenible. 

“Cuando se lanzaron los PERTE vinculados a los fondos Next no se pensó que la industria de la construcción o la construcción como sector económico necesitase ayudas para transformarse. Sin embargo, es evidente que sí y quizá ha tenido que venir esta crisis para recordar que, además de reformas, de recursos y de acuerdos de la administración con los ayuntamientos, hace falta que el sector se transforme para ahorrar plazos y para ser más sostenible en cuanto a los procedimientos y a las técnicas de construcción”, explicó Itxaso, que el próximo lunes se reunirá en Madrid con el Ejecutivo español para conocer de primera mano los detalles de este PERTE.

Lo que se que sabe hasta ahora es que de esos 1.300 millones previstos, el 80% se canalizará en forma de préstamos destinados a financiar proyectos de industrialización, mientras que el otro 20% restante será crédito orientado a reforzar el músculo financiero de las empresas del sector. El capital procederá principalmente de dos líneas de crédito del Instituto de Crédito Oficial (ICO) y del mecanismo Reincia+FAIIP (que se desplegó en un principio para recuperar la economía local de las zonas afectadas por la DANA). En resumen, la inversión no está destinada a financiar directamente promociones urbanísticas, sino a fortalecer el tejido industrial relacionado con los procesos industriales dirigidos a la construcción. Y ahí las pymes pueden ser las grandes beneficiarias.

“Este PERTE está especialmente pensado para las economías clusterizadas (como es el caso de Euskadi)”, es por ello que instó a las empresas del sector “a ponernos los primeros en la cola a la hora de aprovechar esos fondos porque de ello va a depender que el sector sea competitivo en el futuro”. “Los trenes pasan y si no te subes puedes terminar con un grave problema de competitividad”, advirtió el consejero.

“No es casual que de los 750.000 millones de euros comunitarios (del plan de recuperación en su conjunto), Euskadi se haya hecho con más de 3.000 millones de euros, concretamente 3.150 millones de euros. ¿Por qué? Pues porque muchos de los sectores a los que van dirigidos esos PERTES ya tenían una base muy clusterizada”, continuó Itxaso. 

El objetivo que se ha marcado el Estado es que se construyan una media de 15.000 viviendas anuales mediante sistemas industrializados, con la meta de alcanzar las 20.000 unidades en un horizonte de una década. Euskadi tiene sus propias marcas: espera que para el año 2027, el 55% de las obras de nueva construcción tengan algún proceso industrializado y que ese porcentaje se eleve al 65% para 2036.

Digitalización

“Entendemos que la industrialización es el camino para hacer frente a los retos que se presentan, es por ello que el cluster está liderando la transformación del sector desde hace años”, señaló Marín, quien aportó otro concepto: digitalización. “El sector, claramente, se va digitalizar y eso nos va ayudar en todo lo demás; en la industrialización, la productividad... Y esa digitalización y, sobre todo, cómo aterrizarla en las empresas, va a ser el gran reto de los próximos años”, señaló.

El presidente de Build:INN valoró positivamente las medidas impulsadas por el Gobierno vasco, como la Ley de Medidas Urgentes que busca movilizar suelo, agilizar plazos y reducir la burocracia para construir más viviendas. “Esto va a ser fundamental para darle ritmo al sector, porque con las herramientas que tenemos ahora no vamos a poder ser capaces de dar una respuesta a la emergencia social en la que se ha convertido la vivienda. El tejido industrial es importante, pero las administraciones van a ser clave para poder acometer los retos que tenemos”, apuntó.

Marín no se mostró ingenuo y reconoció que “nunca es suficiente”, pero destacó que “lo más importante es que hemos aceptado cuál es el problema; a partir de ahí hay que acelerar en tratar de dar soluciones”.