El agua es uno de los recursos más valiosos del planeta, pero también uno de los más desaprovechados en los hogares. En medio de una creciente preocupación por la sostenibilidad y el cambio climático, ahorrar agua en las tareas domésticas se ha vuelto una prioridad.

Una de las preguntas más comunes que se hacen muchas personas es qué método consume menos agua, lavar los platos a mano o usar el lavavajillas.

Lavar a mano: ¿más ecológico?

Durante años, muchas personas han considerado que lavar los platos a mano es más ecológico. Sin embargo, esto depende en gran medida de los hábitos personales.

Lavar los platos con el grifo abierto puede llegar a gastar entre 30 y 100 litros de agua, dependiendo del tiempo que se tome la tarea y del tamaño de la loza. Incluso si se usa un recipiente para enjabonarlos y otro para enjuagarlos, el consumo puede seguir siendo considerable si no se racionaliza el uso del agua.

Además, es común usar agua caliente para eliminar la grasa, lo que también implica un gasto energético importante. Por tanto, aunque lavar a mano puede parecer más controlable, en la práctica muchas veces resulta ser menos eficiente.

El lavavajillas: más eficiente de lo que parece

Los lavavajillas modernos, especialmente los de clasificación energética alta (A++ o superior), consumen una cantidad significativamente menor que lo que se suele utilizar en un lavado manual promedio.

Además, estos electrodomésticos están diseñados para optimizar el uso del agua y la energía, regulando la temperatura y la presión del agua según el nivel de suciedad.

Otra ventaja del lavavajillas es que permite lavar una mayor cantidad de utensilios de una sola vez, maximizando la eficiencia del consumo por plato. Para ahorrar aún más, es recomendable utilizarlo solo cuando esté completamente lleno y seleccionar programas ecológicos o de bajo consumo.

Un hombre coloca varios platos en el lavavajillas Freepik

Consejos para ahorrar agua en la cocina

Independientemente del método que se elija, hay prácticas que ayudan a reducir el consumo de agua:

  • Si se lava a mano, llenar el fregadero en lugar de dejar el grifo abierto.
  • Revisar periódicamente que no haya fugas en las llaves o en el electrodoméstico.
  • Usar programas de lavado eco y evitar el uso excesivo de detergente.

En resumen, utilizar un lavavajillas eficiente puede consumir menos agua que lavar los platos a mano, especialmente si se usa de forma adecuada.

La clave está en adoptar buenos hábitos y hacer un uso consciente del agua en todas las tareas del hogar. Cuidar este recurso no solo es una responsabilidad ambiental, sino también una forma de reducir gastos y contribuir al medio ambiente.