Donostia. La empresa Fluval, perteneciente al grupo Valvospain, fabricante de válvulas con sede en la localidad alavesa de Amurrio, desmintió ayer de manera "rotunda" cualquier relación con ninguna actuación delictiva relacionada con la exportación de este tipo de utillaje de níquel a Irán, país que está sometido a un embargo internacional por parte de la ONU, con el fin de evitar el desarrollo de cualquier tipo de programa nuclear o armas de destrucción masiva.

"En el desarrollo de su actividad comercial, la compañía ha respetado el marco legal internacional, obteniendo los permisos reglamentarios, de la misma forma, las válvulas que fabrica no pueden ser utilizadas para el sector nuclear", señala la compañía en una escueta nota.

El comunicado trata de desmentir las informaciones difundidas ayer por el Ministerio del Interior en el que se anunciaba la desarticulación de una red de tráfico de material destinado al programa nuclear de Irán.

Como consecuencia de las investigaciones de la policía ayer, fue interceptado un camión de la empresa Fluval que transportaba 44 válvulas y que fueron incautadas, al tiempo que se procedió a la detención de dos personas, entre ellas, el responsable de ventas.

La empresa, igual que ocurrió el día anterior en Lázaro Ituarte, otra compañía del grupo Valvospain, fue registrada. La policía se incautó de ordenadores y diversa documentación relativa a exportaciones.