Un juzgado de Barcelona ha condenado a la plataforma Glovo a regularizar a un total de 3.572 repartidores que trabajaban para ella como falsos autónomos entre 2015 y 2018 al concluir que existía una relación laboral por cuenta ajena.
La sentencia, del juzgado social número 11 de Barcelona, parte de una demanda presentada por la Tesorería General de la Seguridad Social en mayo de 2019 como consecuencia del acta de infracción abierto por Inspección de Trabajo unos meses antes.
La resolución judicial, contra la que cabe recurso de suplica ante la sala social del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), es la más importante que se ha hecho pública hasta ahora en un caso por el modelo de vinculación laboral de los repartidores en cuanto al número de afectados.
El titular del juzgado asegura en su escrito que "los repartidores no desarrollaban su actividad conforme a sus propios criterios organizativos, sino que actuaban siguiendo de manera estricta las directrices establecidas por Glovo".
La compañía "decidía el precio del servicio, el método de pago y la remuneración"
Así, destaca que "Glovo decidía el precio del servicio, el método de pago y la remuneración", y los repartidores "no cobraban de los clientes" sino de la plataforma que, además, era la que "se beneficiaba directamente del trabajo" de éstos, que "no participaban en acuerdos con comercios ni clientes, sino que solo ejecutaban encargos bajo condiciones impuestas por la empresa".
"La infraestructura fundamental para la realización de la actividad era el programa informático desarrollado por Glovo, que conectaba comercios y clientes. Esta plataforma constituía el núcleo del servicio, ya que los repartidores no disponían de medios propios significativos para operar de manera independiente", asegura.
En esta línea, la sentencia insiste en que "la empresa fijaba todos los aspectos del servicio: forma, precio, condiciones de pago y control de calidad; y, mediante algoritmos, valoraciones y geolocalización, ejercía una supervisión continúa".
La sentencia llega pocos días antes de que Glovo, propiedad de la compañía alemana Delivery Hero, ponga en marcha, el próximo 1 de julio, su nuevo modelo laboral en España, con repartidores que pasarán a estar contratados.
Fundada por Oscar Pierre y Sacha Michaud, la plataforma de reparto a domicilio hizo frente la semana pasada a un juicio por la demanda presentada contra ella por Just Eat por competencia desleal.