Donostia. El cierre de Corrugados Getafe, empresa perteneciente al Grupo Alfonso Gallardo, puede garantizar la actividad futura de la planta de Azpeitia no solo porque puede absorber su producción, sino también como plataforma de exportación de los productos siderúrgicos debido a la alta competitividad que tiene al contar en sus proximidades con un puerto como el de Pasaia. La clausura de la factoría madrileña, que cuenta con una carga de trabajo de 170.000 toneladas para este año, puede suponer el traslado a Azpeitia de toda la producción de corrugados del Grupo Gallardo y destinar gran parte a la exportación, al caer en picado la demanda interna debido a la crisis de la construcción, por lo que su ubicación estratégica cercana al puerto de Pasaia le hace estratégica para los planes de la corporación pacense.
En medios del sector siderúrgico vasco consideran que desde Azpeitia, una planta que cuenta con unas modernas instalaciones y unos niveles de calidad de producto terminado que no tienen las acerías de Gallardo en Badajoz, el grupo extremeño puede afrontar mejor el mercado exterior, fundamentalmente, el Reino Unido y los países del Magreb, y compensar la falta de demanda del mercado español.
Esta tesis estaría en consonancia con los argumentos expuestos por el empresario pacense, que en numerosas ocasiones ha manifestado su apuesta por la planta guipuzcoana.
Sin embargo, los problemas financieros que arrastra el Grupo Gallardo no son buenos consejeros a la hora de que se tenga la certeza de que Azpeitia pueda arrancar su actividad después de tres y medio de la huelga que están protagonizando los trabajadores ante la falta de un escenario de futuro por parte de la empresa.
Los trabajadores de Corrugados Azpeitia reiteraron ayer a NOTICIAS DE GUIPUZKOA la desconfianza que tienen respecto a Gallardo y su apuesta efectiva por el futuro de las instalaciones.
"Nosotros vamos a seguir firmes en nuestra posición de que Gallardo presente un plan viable de futuro para la empresa, que pasa por unos despidos que no sean traumáticos y no haya reducciones salariales", señalaron.
El traslado de la producción de Getafe a Azpeitia se hará siempre y cuando Gallardo cumpla con el plan de viabilidad presentado, según señalaron fuentes de los trabajadores, que afirmaron que la planta de la corporación en Jerez de los Caballeros no reúne los niveles de calidad de la producción que se hace en Azpeitia.
La prueba de que la posición de los trabajadores de Corrugados Azpeitia es inamovible es que ayer se manifestaron ante la sede del PSE en Donostia para exigir la dimisión de los consejeros de Transportes y Obras Públicas; Industria y Justicia, Iñaki Arriola; Bernabé Unda e Idoia Mendia, respectivamente. Los concentrados repartieron una nota en la que denuncian la actitud del Grupo Alfonso Gallardo, con la planta de Azpeitia que "en lugar de apostar por la compañía lo ha hecho por llenarse los bolsillos".
"Muy grave" Los trabajadores censuraron las manifestaciones de algunos portavoces del Gobierno Vasco garantizando el futuro de la planta, ya que con el tiempo "ha quedado claro que han estado mintiendo para intentar justificar la ayuda de cinco millones de euros de dinero público que se dio a la empresa". "Hoy en día nuestra situación es muy grave y seguiremos luchando por un nuevo plan de viabilidad de la empresa o que se venda a alguien que esté interesado en su futuro", precisaron.
El cierre de Corrugados Getafe supone el despido de un total de 144 trabajadores, a los que hay que sumar otros 206 despidos más procedentes de dos factorías del grupo como son Siderúrgica Balboa y Alfonso Gallardo, ubicadas en la localidad pacense de Jerez de los Caballeros, así como otras dos compañías dedicadas a la distribución de producto siderúrgico como son Eusebio Calvo y Marcelino Martín.
La decisión fue comunicada por la dirección de Gallardo en una reunión que celebró el miércoles con los comités de las cuatro empresas.