Un trabajador de Apeitia, A.V.C. de 57 años, falleció el pasado martes en unas obras localizadas en la localidad alavesa de Mendiguren. El fallecido era un autónomo que reparaba el tejado de una empresa cuando la cubierta se rompió y cayó desde una altura de siete metros, según han informado los sindicatos ELA y LAB y ha confirmado del Departamento vasco de Seguridad del Gobierno Vasco.

Tras trasladar en primer lugar su solidaridad a familiares y fallecidos del trabajador fallecido, ELA lamenta que se trata del 31 accidente laboral mortal que se registra en Euskadi en este 2025, el quinto en Álava. Ha atribuido este siniestro a la precariedad “salvaje tan arraigada en el mercado laboral”, con especial incidencia en el colectivo de autónomos vascos que, según ha destacado, deben realizar jornadas “interminables” en ocasiones en trabajos peligrosos que realizan “en solitario”, junto con una “falta de medidas de protección”.

Medidas de control

El sindicato que dirige Mitxel Lakuntza se ha dirigido al Gobierno Vasco y a la patronal Confebask para que apliquen “de forma inmediata” las medidas de control y seguimiento de los incumplimientos de la legislación preventiva. “La toma inmediata de decisiones que pongan en el centro la salud y la vida de los trabajadores es más necesaria que nunca, evitando la muerte de más de 50 personas trabajadoras cada año”, ha concluido.

Protesta de LAB en la playa de la Concha de Donostia contra la siniestralidad laboral. Redaccion NdG

Por su parte, LAB también se ha solidarizado con los familiares y amigos del trabajador de Azpeitia muerto en accidente laboral y ha reclamado medidas preventivas específicas por un tipo de accidentes, las caídas desde alturas, que considera que se producen de manera recurrente. Del mismo modo, ha incidido en la categoría de autónomo del trabajador puesto que, según ha dicho, tienen dificultades en material de salud laboral.

Trabajadores de segunda

“En la mayoría de los casos la Ley de Prevención no los tiene en cuenta, convirtiéndose en trabajadores de segunda, y en otros, cuando trabajan para una empresa, resulta difícil la coordinación en materia preventiva”, ha advertido, para añadir que en ocasiones no disponen de las medidas de prevención necesarias “por no perder el trabajo y la clientela”. LAB ha coincidido con ELA en pedir a las instituciones que “intervengan de forma efectiva en la prevención de riesgos laborales de las personas trabajadoras autónomas”.