Donostia. El grupo catalán Celsa Atlántic anunció ayer el cierre de sus dos fábricas alavesas (antigua Laminaciones Arregui), en las que trabajan 358 personas, ante la "imposibilidad" de llegar a un acuerdo con el comité de empresa para poner en marcha un plan alternativo que permita la continuidad de la actividad. En un comunicado, Celsa Atlántic indicó que el próximo lunes comunicará a la autoridad laboral el cierre de las dos plantas, una situada en Vitoria y otra en Urbina, dedicadas a la fabricación de tubos de acero y de fleje.

La dirección de la empresa, cuya sede social está en Catalunya, ya había anunciado hace unas semanas la presentación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de extinción para la totalidad de la plantilla.

No obstante, posteriormente planteó sustituir ese ERE por un plan que proponía la salida de 91 trabajadores, el 20% de la reducción salarial y otras medidas de flexibilización de jornadas y sueldos.

Tras varios días de negociaciones entre la dirección y el comité, en las que no se ha llegado a un acuerdo, la empresa ha determinado ejecutar el expediente de extinción para toda la plantilla, lo que supone el cierre de las dos fábricas. La compañía explicó que la decisión del cierre se debe a la "falta de viabilidad" de los dos centros productivos alaveses que "registran pérdidas continuadas desde el último trimestre de 2008". La empresa dijo que "seguirá los cauces legales" para las condiciones de salida de los 358 trabajadores que despedirá.