DONOSTIA. Iturbe se ha referido a esta cuestión durante su intervención en la Asamblea de Kutxa, que ha aprobado, por última vez, las cuentas de la entidad de ahorro guipuzcoana, integrada desde enero en Kutxabank, ha informado la caja en un comunicado.
En el exterior de Kutxa una concentración de "Stop Desahucios" ha reclamado que en Euskadi se sitúe en 360.000 euros el límite de la dación en pago.
El presidente de Kutxa, en la misma línea de lo expresado por el de BBK, Mario Fernández, ha propuesto "dotar y canalizar las ayudas necesarias para paliar los efectos de esta situación", pero "siempre a través de los fondos de la Obra Social", ya que no deben resentirse "la cuenta de resultados" de la entidad, porque es ésta la que "genera los fondos para la Obra Social".
Ha afirmado que la entidad guipuzcoana "lleva mucho tiempo entendiendo la situación" y "ayudando a la reestructuración y alargamiento de los requerimientos de pago de la deuda que han adquirido muchas familias y a las que ahora no pueden hacer frente".
Ha cifrado en "cientos" los casos en los que "voluntariamente" Kutxa ha reestructurado la deuda de las familias, a través de la modificación de plazos y tipos de interés.
"A partir de ahí, y en casos muy puntuales y poco frecuentes, no tenemos otra posibilidad que la de actuar mediante reclamación judicial", ha añadido.
Iturbe ha dicho que desde que se produce el primer impago de un préstamo hasta el requerimiento judicial transcurren dos años, a los que se suman otros dos años más de plazo medio hasta que solicitan la adjudicación de la vivienda, "como medida definitiva e inevitable para que la cuenta de resultados no se vea gravemente perjudicada".
LA SITUACIÓN EN LA CAV El número de ejecuciones de desahucios en Euskadi es de 2,2 por cada 1.000 habitantes en el periodo 2007-2011, mientras que la media de España se sitúa en 7, según Iturbe.
Ha abogado por la flexibilidad en estos casos, pero sin perjudicar "de forma negligente", la cuenta de resultados. "Nuestra prioridad es la seguridad de los ahorradores, el empleo de los trabajadores de Kutxa y la pervivencia de la Obra Social", ha añadido.
Las cuentas anuales y los resultados han sido aprobados con el voto favorable de 49 de los 92 consejeros presentes y la abstención de 25, mientras que el informe de gestión y el presupuesto de la Obra Social ha recibido 50 votos favorables y 25 abstenciones.
El punto relativo a las remuneraciones de los miembros del consejo de administración se han aprobado con menos apoyo, el de 41 votos a favor y 33 abstenciones.
Antes de la asamblea, los consejeros de formaciones vinculadas a Bildu, así como Banatuz, habían avanzado que no apoyarían ninguno de estos puntos en la asamblea, ya que a su juicio este órgano carece de legitimidad al no representar los resultados de las últimas elecciones municipales y forales.
También Aralar se ha abstenido en los puntos relativos a las cuentas, el informe de gestión y la remuneración del consejo.