donostia. Kutxabank verá la luz el próximo mes de enero. Será entonces cuando las tres grandes cajas de ahorros de la CAV -BBK, Kutxa y Vital- den el pistoletazo definitivo a una entidad con unos activos totales de 75.729 millones de euros, aunque su objetivo es crecer. Ayer mismo, en Sevilla, Mario Fernández declaró que "probablemente habrá una vuelta de tuerca en el proceso de reordenación o fusión de las cajas". En esa comparecencia, Fernández dijo además que espera "crecer hasta 150.000 millones de euros en activos entre el año 2012 y 2013", lo que supondría "el doble" de la cifra actual.

El futuro banco surgido de esa fusión de las cajas ya se ha puesto manos a la obra. Cuatro son las opciones de alianza o integración en su estructura planteadas en los últimos meses, aunque podría haber otras, según fuentes cercanas al proceso de fusión. El propio Mariano Rajoy, futuro presidente del Gobierno español, afirmó el lunes que espera "reducir el número de entidades", con lo que dejaba abierta la puerta a futuras fusiones.

En ese contexto, y siempre de cara al próximo año, una vez entre en funcionamiento la futura estructura de Kutxabank con su consejo de administración a la cabeza, la entidad baraja algunas posibles operaciones. Son opciones que se tienen en cuenta, lo que no implica que haya habido contactos formales o mesas de trabajo con esas otras entidades. Según las mismas fuentes consultadas por este periódico, el acercamiento se ha producido entre Kutxabank y dos cajas vascas y otras dos entidades financieras del Estado. Se trata de Ipar Kutxa, que tras el fracaso de su fusión con Bankoa está abierta a la posibilidad de emprender nuevas alianzas, y Caja Laboral, la cooperativa de crédito integrada en la Corporación Mondragon, que de momento ha quedado al margen de los procesos de reordenación del sector. Las otras dos entidades analizadas son Banca Cívica -que integra a Caja Navarra- y CatalunyaCaixa.

Crecimiento en Euskadi En el caso de Ipar Kutxa, Crédit Agricole Pyrénées Gascogne paralizó hace semanas el plan de alianza e integración de Ipar Kutxa y de su filial Bankoa ,y tras esa decisión, la caja vizcaina no ha vuelto ha participar en ninguna operación. Carlos Osés, director general de Ipar Kutxa, señaló entonces al respecto que "no era una alianza para resolver ningún problema de las entidades, como ha sucedido en otros casos, sino una apuesta de cara al futuro" y que la caja seguirá analizando la posibilidad de emprender nuevas alianzas, pero "sin prisas". Fuentes de Ipar Kutxa informaron ayer a este periódico que no ha habido contactos con Kutxabank, por lo que descartan cualquier operación con esa entidad. Ipar Kutxa tiene activos por valor de unos 3.500 millones de euros.

Según ha podido conocer NOTICIAS DE GIPUZKOA, la alianza entre Kutxabank e Ipar Kutxa está siendo analizada por los rectores del nuevo banco, aunque es la opción menos trabajada hasta la fecha y no ha habido contactos oficiales. Las conversaciones han sido más intensas en el caso de Caja Laboral, aunque tampoco se han cruzado propuestas concretas.

La cooperativa de crédito integrada en la Corporación Mondragon, que de momento ha quedado al margen de los procesos de reordenación del sector, podría integrarse dentro de la estructura de Kutxabank en un futuro, una operación complicada pero que habría que entenderla "en clave de país"

Esta opción aportaría al resultante, en torno a 21.500 millones de euros de activos que tiene la cooperativa, pero también surgirían problemas. Se trata de una entidad con características propias al ser los trabajadores los socios que forman la cooperativa, lo que no facilita que pueda participar en el proceso de reordenación del sector. Además, en una hipotética alianza con Kutxabank se produciría una complicada duplicidad de sucursales de ambas entidades, especialmente en Gipuzkoa, doblando más de 80 oficinas, algo que podría suponer incluso despidos si finalmente ocurriera.

Como sucediera con Cajasur en el caso de BBK, Kutxabank podría estudiar fórmulas para integrar entidades de otras comunidades. Algunas entidades podrían verse abocadas a participar en operaciones. Proceso que podría incluir a la otra gran caja de Hegoalde, la CAN -integrada en Banca Cívica junto a Caja Canarias, Caja de Burgos y Cajasol-. Su situación no parece la idónea y Kutxabank podría impulsar algún tipo de alianza con Banca Cívica, aunque habría que sortear dificultades notorias, como el que la entidad cotice en Bolsa. Según ha podido saber este periódico, ya ha habido contactos.

Otra de las cajas con la que Kutxabank podría crecer es CatalunyaCaixa, entidad que ya ha sido sondeada para una posible alianza. Cuenta con un tamaño similar al de Kutxabank pero su solvencia no es ni de lejos, comparable. En julio, los stress test europeos le otorgaron un suspenso. Además, tras el verano, el Estado aportó 7.550 millones y se hizo con su control junto al de otras dos entidades.