Donostia. El sector aeronáutico es uno de los principales clientes de la máquina herramienta vasca, que tiene en Airbus una importante fuente de captación de pedidos. El constructor europeo de aviones confía plenamente en la técnica vasca pero ha instado a las empresas englobadas en la Asociación Española de Fabricantes de Máquinas-Herramienta (AFM), con sede en Donostia, a adaptarse a los nuevos requerimientos de la aeronáutica en lo que se refiere a las tecnologías de fabricación. En ese sentido, Juan Astorga, arquitecto de producción de sistemas aeronáuticos de Airbus, señaló ayer a este periódico que "las compañías de máquina herramienta, tradicionalmente orientadas al trabajo del metal, tienen que abrirse a la fibra de carbono porque el avión tiene cada vez más materiales compuestos".

Astorga participó ayer en la primera jornada del 18º Congreso de Máquinas-Herramienta y Tecnologías de Fabricación que, organizado por la AFM, acogerá hasta mañana en el Kursaal de Donostia a los principales expertos y empresas clientes del sector. En el evento están presentes cerca de 300 investigadores, representantes de firmas productoras y compañías de sectores como la automoción, las energías renovables, el ferrocarril o la aeronáutica, como Airbus. El responsable del consorcio europeo señaló que "la máquina herramienta ha de cambiar de filosofía y aportar soluciones hacia los procesos de fabricación de piezas de fibra de carbono" porque, detalló, "hace unos veinte años esos materiales representaban menos del 5% de los componentes de un avión; ahora, sin embargo, en el Airbus A-350 superan el 65%, mientras que los metálicos representan el 35% restante".

Además de apostar por los bienes de equipo que trabajen con piezas de fibra de carbono, Astorga indicó que el sector aeronáutico precisa de máquinas herramienta "más especializadas y personalizadas, absolutamente adaptadas al producto, a las necesidades del cliente y con un servicio llave en mano; Airbus tiene claro que no va a trabajar por catálogo".

La compañía europea trabaja con varios proveedores de máquina herramienta en Euskadi y Navarra y, además, ha desarrollado junto al centro tecnológico guipuzcoano Fatronik el proyecto Roptalmu, un robot que se desplaza, en lugar de por las guías tradicionales, sobre el propio utillaje e incluso puede hacerlo sobre las piezas que mecaniza, lo que le permite trabajar sobre fibra de carbono.

"Luz en 2011" El diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, y el presidente de AFM-Invema, Koldo Arandia, fueron los encargados de inaugurar el congreso, que se celebra cada dos años en la capital guipuzcoana desde 1976. El máximo responsable de la Diputación valoró la importancia económica de la industria del territorio, aunque reconoció que el ritmo de crecimiento de la salida de la crisis está siendo "más lento de lo esperado". Pese a ello, expresó su esperanza de que en 2011 se verá ya "la luz en la salida del túnel".

Arandia, por su parte, afirmó que Gipuzkoa "tiene corazón industrial y es, sobre todo, de máquina herramienta" y añadió que el territorio "se encuentra en un escenario infinitamente mejor para afrontar la crisis". El responsable de la AFM reiteró el mensaje lanzado la semana pasada en la presentación del congreso al puntualizar que la máquina herramienta no espera remontar el vuelo hasta el segundo semestre de 2011, cuando comiencen a salir de las fábricas los pedidos que ahora están entrando en gran parte por el empuje de los mercados chino e indio. Gracias al repunte de pedidos, el sector "está sobrellevando la debacle de los últimos veinticuatro meses y conservando la cuota de mercado", destacó Arandia, quien quiso dejar claro que "el compromiso del sector para seguir aportando competitividad a la economía es máximo".