Donostia. Kutxa ha tenido que provisionar los 170 millones de euros del crédito que su filial el Banco de Madrid concedió a la Inmobiliaria Monteverde, en este momento inmersa en un proceso concursal, para poder cerrar la venta de la entidad financiera a la andorrana Banca Privada dÁndorra.

La deuda de la Inmobiliaria Monteverde con el Banco de Madrid, que era el principal acreedor en el concurso abierto el pasado mes de enero era, junto con los trámites legislativos que se deben realizar tanto por parte del Estado como por Andorra, así como el convenio que tienen que firmar el Banco de España y el Institut Nacional Andorrá de Finances (ANFAC), uno de los escollos para cerrar la operación.

La asunción de este crédito por parte de Kutxa que ha provisionado los 170 millones con cargo a las cuentas del ejercicio de 2009, según informó ayer Expansión, ha permitido el cierre la venta de la filial de banca privada de la caja guipuzcoana a BPA, que no se materializará de manera formal hasta el próximo mes de junio, una vez que se cumplan los trámites legislativos sobre intercambio de información fiscal entre los dos países y el acuerdo de los organismos reguladores.

La venta de Banco de Madrid se ha realizado por un precio superior a los 100 millones de euros, tal y como informó ayer este periódico, por lo que Kutxa no va a obtener unas grandes plusvalías por una ficha bancaria que adquirió en 2001 por 23,4 millones de euros.

Es más, el deseo del actual presidente de Kutxa, Xabier Iturbe, ha sido desde finales de 2008, cuando los mercados financieros se desplomaron afectando de manera importante a la banca privada, ya que los clientes se dirigían hacía productos con menor riesgo, desprenderse cuanto antes del Banco de Madrid por los efectos negativos que tanto en resultados como de gestión ha tenido para la caja guipuzcoana.

Uno de estos efectos negativos ha sido los 170 millones de euros de deuda con Inmobiliaria Monteverde, en donde Banco de Madrid era el principal acreedor, por delante de la entidad alemana EuroHipo, que reclama un préstamo de 130 millones. En total la deuda de Inmobiliaria Monteverde, en concurso de acreedores desde enero, es de 900 millones de euros, mientras que el valor de los activos es de 600 millones.

La crisis de la construcción le ha cogido de lleno a esta inmobiliaria que centra su actividad en la adquisición y posterior rehabilitación de edificios singulares residenciales y oficinas en Madrid, Barcelona, París y Londres. La falta de demanda ha provocado una minusvaloración en sus activos inmobiliarios.