No todo el mundo considera necesario instalar una alarma en su domicilio, pero hay personas que consideran muy importante contar con ese dispositivo de alerta, ya sea porque guardan en casa objetos de importante valor, porque pasan largas temporadas lejos de una segunda residencia, porque viven un bajo de fácil acceso desde la calle o porque les han alertado con un supuesto riesgo de okupación, por poner sólo unos ejemplos. Y es entonces cuando deciden instalar una alarma y colocar la correspondiente placa, bien visible, que avisa de que esa casa está protegida, que incluso puede estar vigilada 24 horas y que se avisa a la Policía en caso de detectar una presencia sospechosa.

El truco de usar placas falsas

Pero también hay quien no quiere (o no puede) gastar el dinero que cuesta instalar esa alarma y contratar a una empresa que haga el seguimiento y utiliza una trampa con la intención de disuadir a los posibles delincuentes. Esa trampa es colocar la placa que avisa de que hay una alarma en ese domicilio sin que realmente la haya. Y realmente puede ser efectivo, porque ante la duda de a qué casa entrar a robar, a una con la placa de la alarma o a otra sin ella, el ladrón posiblemente elija la que no anuncia ninguna protección.

Ejemplos de placas falsas que se pueden comprar fácilmente en internet.

Incluso es bastante sencillo hacerse con una de esas placas por internet. Hay diferentes páginas que las venden por precios que oscilan entre los 4 y los poco más de 20 euros y que reproducen bastante fielmente las originales, con lo que, por esa escasa cuantía económica, es razonable que haya personas que se lancen a esa compra, sin saber que puede ser peor el remedio que la enfermedad.

Tipos de alarmas (y de placas)

Existen diferentes tipos de placas de señalización según la alarma que se haya instalado. Puede ser una alarma convencional, y el cartel informa de que el sistema de seguridad no está conectado a una central y por lo tanto no se avisa a la Policía si se produce un robo. 

También existen las alarmas conectadas a centrales, que sí avisan a las fuerzas de seguridad cuando saltan. Y por último están los sistemas de videovigilancia, instalados junto a la alarma y que registran imágenes en movimiento en el momento del robo o del allanamiento, con lo que son las más completas.

Pues bien, conviene saber que colocar el cartel que avisa de la instalación de una alarma sin que realmente lo esté no es un truco ingenuo o una mera maniobra de disuasión, sino que puede ocasionar al que lo haga una importante multa económica.

Sanciones más o menos graves

Si la placa no hace referencia a ninguna empresa de alarmas no habrá sanción, pero será muy poco creíble para los ladrones. Lo que dice la ley es que no es legal colocar un cartel, placa o pegatina de alarma en la pared exterior de una vivienda con el logotipo de una empresa de seguridad si realmente no se ha contratado. Es esa empresa la única que legalmente puede entregar esas placas al cliente que paga por su servicio.

Por tanto, poner esa placa sin tener contratado el servicio supone un delito contra la propiedad industrial o intelectual, al estar usando de manera indebida una marca registrada. Es lo que establece la Ley 17/2001, de 7 de diciembre, de Marcas. Ese incumplimiento conlleva sanciones, cuya cuantía dependerá del uso que se le dé a esa placa. Vulnerar la Ley de Propiedad Intelectual e Industrial puede suponer una pena de prisión de 3 a 6 meses y multas de 1 a 2 años por acciones ilícitas al por menor. Además, la empresa de alarmas afectada también puede solicitar una indemnización por daños y perjuicios de 600 euros hasta que la placa sea retirada.

Las penas pueden ser todavía más elevadas si en el cartel falso instalado se indica que hay un sistema de videovigilancia, ya que en ese caso se estaría cometiendo un segundo delito, contra la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales.