Los festivales se han convertido en una de experiencias vitales y musicales más buscadas entre el pequeño y el gran público de la industria musical. De hecho, solo en España se celebran más de 900 al año, la gran mayoría en la época estival. Los hay de todos los tamaños y de todos los colores: desde los géneros más tradicionales y populares como el pop, rock y electrónica, hasta los estilos más alternativos y underground como el indie, el punk, el reggae, el hip-hop y la música folk.
Más allá de lo gratificante que normalmente resulta esta experiencia, puede haber cambios de guion y que el festival se cancele, que se caiga del cartel uno de los grupos por los que habíamos adquirido la entrada o que dudemos sobre los métodos de pago implantados por el propio festival. Pese a que cada Comunidad Autónoma desarrolla su propia normativa al respecto, por norma general se aplica la Ley 17/1997, de 4 de julio, de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas. Esta ley define a los asistentes a este tipo de eventos como consumidores y, en este sentido, es esencial que los asistentes estén informados de los derechos que adquieren con la compra de una entrada.
Según esta ley, en caso de que un espectáculo público no se celebre, se interrumpa antes de su finalización o cambie condiciones básicas como la ubicación, alguna de las bandas anunciadas o la fecha de celebración, los organizadores están obligados a devolver el importe total de las entradas a los asistentes. Esto se aplica en caso de cancelación, cambio de fecha o cualquier otro motivo que impida la realización del evento. Asimismo, los organizadores están obligados a comunicar cualquier cancelación o cambio en la realización del evento a los asistentes con la mayor antelación posible.
No obstante, a veces el festival se suspende una vez que ya ha comenzado por motivos de fuerza mayor, como por causas meteorológicas, indisposición de los artistas o por problemas de seguridad. En este caso, el usuario no tendría derecho a reclamar la devolución de la entrada, aunque la empresa puede decidir hacerlo por su propia voluntad.
Alojamiento y transporte
En España, según la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, cuando se trata de reservas de transporte y alojamiento en el contexto de la cancelación de un evento o espectáculo al que tenías planeado asistir, tienes derecho al reembolso íntegro de los pagos realizados.
Estas reclamaciones se pueden hacer, sobre todo, si el espectáculo al que vamos a acudir se realiza fuera de la localidad de residencia habitual, ya que al dinero de las entradas se suman los gastos del viaje. En ese caso, el usuario puede exigir el abono de los daños y perjuicios económicos sufridos por la cancelación. No obstante, la reclamación será válida siempre y cuando la cancelación no se haya producido por causas externas.
Métodos de pago
Algunos festivales optan por implementar sistemas de pago electrónicos, como las pulseras ‘cashless’, para agilizar las transacciones y con intención de mejorar la experiencia de los asistentes. Estos sistemas permiten cargar dinero en una pulsera electrónica que se utiliza para realizar compras dentro del evento, como comida y bebida. Aunque esta práctica es común y puede ser conveniente para muchas personas, también puede generar preocupaciones en relación con la privacidad y la exclusión de aquellos que prefieren o necesitan usar efectivo o tarjeta.
En este sentido, la Organización de Conusmidores y Usuarios (OCU) recuerda que los festivales no pueden negarse a aceptar pagos en efectivo, ya que aunque sean eventos normalmente organizados por entidades privadas, se dan una serie de transacciones en las que interviene un consumidor y una empresa que ofrece bienes y servicios.
Asimismo, la OCU advierte sobre los elevados gastos de gestión de la pulseras ‘cashless’y advierte que los organizadores deben proporcionar información clara y detallada sobre el sistema de pago ‘cashless’ antes de que los asistentes compren sus entradas.
