Las baserritarras de La Bretxa siguen firmes en su oposición a que se traslade su actividad al edificio de Pescadería, como tiene previsto el Consistorio donostiarra.
Según argumentan, el mercado de productos hortícolas está “arraigado e inscrito en el paisaje físico, mental y social donostiarra desde hace más de un siglo”.
Estos puestos, añaden, permiten ofrecer “productos kilómetro 0 por excelencia” en un espacio “comunitario y vivo”.
De ahí que consideren que su traslado al renovado edificio de Pescadería “fuera de la plaza pública, supondría otro paso más en la uniformización y despersonalización de la ciudad”.
Tal es su oposición que el traslado es calificado de “indigno”, después de que las baserritarras haya superado “años de ubicaciones diversas y promesas que ahora se pretenden incumplir”.
Cambiar a Pescadería “supondría un punto de inflexión hacia la irreversible y lamentable desaparición”.
Recogida de firmas
De ahí que el pasado mes de abril realizaran una recogida de firmas para “con el debido respeto, pero con firmeza y urgencia” para “instar al Ayuntamiento a que abandone el proyecto de ubicación del mercado en el interior de Pescadería”.
Solo así, añaden, se garantizaría “su continuidad en la plaza en base a un verdadero diálogo con las personas implicadas”.
Mantener el mercado en la actual localización “es un reto para la ciudadanía y, en estos momentos, es una responsabilidad del Ayuntamiento”.
La representación de las baserritarras, según han asegurado, se reunió recientemente con la Gestora de La Bretxa aunque, han lamentado, “la reunión fue unidireccional, sin diálogo y con el único objetivo de reiterar los acuerdos del Ayuntamiento”.
De ahí que hayan vuelto a sacar a colación sus demandas, que fueron registradas en el Consistorio donostiarra el pasado 28 de mayo con el aval de 527 firmas.
Cambio de gestión
Desde que en septiembre de 2024 Fomento de San Sebastián asumiera la responsabilidad de la gestión, se han tomado diversas decisiones, como el desmontaje de estructura central, conocida como el túper.
Los puestos de las baserritarras, en torno a doce, se reubicarán en la planta baja del edificio de Pescadería, junto al resto de los asentadores del mercado, accediendo a los mismos desde la entrada más próxima a la calle Aldamar.
Esta decisión conlleva que no exista estructura alguna en el exterior que de cobijo a las baserritarras, algo que éstas no ven con buenos ojos por considerar que de este modo se rompe con la tradición que vinculaba estos puestos con el exterior de La Bretxa.