El Ayuntamiento de Donostia volverá a repartir las plantas y flores retiradas de los jardines de la ciudad entre las personas que se acerquen a los lugares designados a tal fin.
Las citas para la recogida son las siguientes: lunes, 12 de mayo, en la plaza Ramón Labaien, en el Centro; el martes, día 13, en el Paseo de Ondarreta, El Antiguo; y miércoles, 14 de mayo, en la Plaza de Pío XII, Amara.
En todos los casos, el reparto comenzará a las 10.00 horas de la mañana y se prolongará hasta que se agoten los ejemplares disponibles.
Las flores son entregadas en un recipiente biodegradable, que puede ser plantado directamente, que se fabrica con fibras vegetales y que se mete en una bolsa que es reciclaje al 100%.
30.000 ejemplares En total se repartirán 30.000 ejemplares de distintas especies, desde caléndulas a pensamientos, prímulas, claveles chinos o alelíes amarillos.
Por temporadas
Los ejemplares que se distribuirán entre los asistentes serán los que han lucido en la ciudad durante el invierno, que se han sustituido por otros que se adaptan mejor a las condiciones meteorológicas de la primavera y el verano.
El objetivo de esta iniciativa, según ha destacado el concejal de Mantenimiento Urbano, Carlos García, es “dar una segunda vida” a las plantas retiradas, que se reparten de forma gratuita.
Además de las 30.000 plantas, a lo largo de los tres días se repartirán también alrededor de 5.000 bulbos de narcisos y tulipanes.
Según ha recordado García, el reparto de plantas es una iniciativa que se viene repitiendo en los últimos años.
Con anterioridad, ha informado, las plantas retiradas se “llevaban a un depósito para su compostaje” aunque, ya hace unos años, se decidió darles otra oportunidad para que “en lugar destruirlas tuvieran una segunda vida en los balcones de las y los donostiarras”.
Una iniciativa exitosa
La respuesta de las y los donostiarras a esta iniciativa acostumbra a ser muy positiva y lo habitual es que se formen largas colas en torno a los puestos de reparto.
El colorido que adorna los jardines de la ciudad se traslada, con esta iniciativa, a miles de hogares de Donostia en los que, con un poco de mimo, las plantas y flores pueden tener una segunda oportunidad.