Jardines en el tejado de las viviendas de El Infierno
Loiola ha presentado hoy la promoción de Zeruene, con viviendas de entre 50 y 120 metros cuadrados
El Infierno, como las y los donostiarras lo han conocido los últimos años ha pasado a mejor vida. Ya no quedan más que unos pocos cascotes, y un edificio, que recuerdan los talleres y las distintas actividades económicas situadas en este ámbito, que ya renovado se bautizará como Zubiberri.
Parte de ese nuevo ámbito es la promoción Zeruene, que impulsa Loiola, la promotora inmobiliaria del Altuna y Uria, que se compone de 135 viviendas de una, dos y tres habitaciones de entre 54 y 120 metros cuadrados.
La promoción del conjunto de este ámbito, como informó en su día el alcalde de la ciudad, Eneko Goia, es compartida con otra promotora.
La arquitecta Izaskun Larzabal ha explicado hoy, que las viviendas de Zeruene se ubicarán en dos bloques de ocho y trece alturas y todas dispondrán de terraza con distintas orientaciones.
Medio siglo de gestación
Larzabal ha destacado que la transformación de El Infierno comenzó a gestarse ya hace 25 años, cuando en el planeamiento se reservaba este ámbito como “suelo industrial”. “Gente visionaria peleó para que fuera un trozo de San Sebastián de calidad”, ha añadido.
El nuevo Infierno, ha señalado, se configura como un remate de calidad a la avenida “más larga” de Donostia, la avenida de Tolosa.
Donde un día se levantó un penal se levantarán 540 viviendas, de ellas 135 de VPO e idéntica cantidad, tasadas, además de 270 libres.
El cambio, ha explicado Larzabal, irá mucho más allá en una superficie que ocupa 6,6 hectáreas y en la que podrían llegar a vivir “cerca de 2.500 personas”.
Habrá espacio para usos de terciario, en la zona más próxima a Zuatzu y distintos servicios, evidenciando la apuesta por un “urbanismo orgánico, amable, adaptativo y regenerador”.
Un remate de "calidad" a la avenida de Tolosa
En una ciudad en la que “es muy difícil contar con terreno llano para construir”, Zubiberri supone una oportunidad de regeneración que conllevará, entre otras intervenciones, “sacar la regata de Añorga a la superficie, conectar viales y propiciar recorridos peatonales” para favorecer “la integración” de la zona.
Entre las actuaciones a desarrollar se halla la construcción de una rotonda de 50 metros de diámetro que servirá para ordenar el tráfico de forma adecuada.
Todas las intervenciones están pensadas para “generar un entorno de calidad antes de que la gente venga a vivir”.
En el corazón del nuevo barrio habrá un gran parque, por el que discurrirá la regata de Añorga, con un bidegorri que lo rodeará.
¿Cómo será Zeruene?
¿Cómo será Zeruene? Según lo que ha explicado Larzabal se desarrollará bajo la premisa de la “arquitectura responsable”, con “formas orgánicas y altos estándares de eficiencia”, algo que pasa por “poner en valor la quinta fachada”.
¿Qué es esta quinta fachada? “Tratar la cubierta con cariño”, incorporando en la misma una zona verde con un doble objetivo: el del disfrute de las personas residentes y el de mejorar la eficiencia energética.
La torre tendrá 13 plantas y acogerá 100 viviendas, mientras que en el bloque de siete plantas se ubicarán las otras 35 viviendas que completan la promoción de Zeruene.