La Guardia Municipal de Donostia continúa inmersa en un proceso de modernización que afecta también al equipamiento que utiliza en sus cometidos diarios.
Y entre las herramientas imprescindibles en el quehacer de la policía local se hallan los vehículos en los que patrullan y trasladan a las personas detenidas.
La Guardia Municipal de Donostia ha incorporado a su parque automovilístico cuatro nuevos vehículos BMW que disponen de algunas prestaciones que llevan tiempo reclamando las y los agentes.
Lo explica Iñigo Laskibar, agente de la Guardia Municipal y miembro de su equipo de comunicación. “Llevamos tiempo pidiendo que los coches tengan una mampara de separación y los nuevos vehículos las tienen. Es más limpio para quien va detenido y para nosotros y nosotras”.
Laskibar recuerda que la Guardia Municipal de Donostia no cuenta con vehículos con mampara desde 2003. “Llevo muchos años en este cuerpo y nos ha pasado de todo con las personas detenidas. Nos escupen, nos han tratado de morder, han vomitado...”, explica.
La mampara cuenta, en el centro, con unas rejillas para garantizar una buena ventilación para la persona que va detenida.
Además, los nuevos vehículos disponen de un sistema de cierre de puertas, controlado por el conductor o el copiloto, que impide que nadie desde el exterior, y tampoco la persona detenida desde el interior, pueda abrir las puertas traseras.
El sistema de cierre y apertura desde el puesto del conductor se complementa con otra herramienta de seguridad, una anilla situada en la parte baja de las portezuelas que hay que extraer para abrirlas, si fuera necesario.
Los nuevos vehículos incorporan en el respaldo de los asientos traseros, otra novedad, un hueco en el que la persona detenida y esposada puede introducir las manos, siendo así su traslado más cómodo.
Estos asientos, los traseros, ya no están tapizados, y tienen un recubrimiento de un material de plástico duro que permite una limpieza más exhaustiva y sencilla, “casi a mangerazos”. Y es que, con anterioridad, toda mancha en la tapicería, de muy diverso tipo, requería de un arduo proceso de limpieza, cuyos resultados no eran los mismos, a nivel de higiene, que los que se obtienen en los nuevos coches patrulla.
Porque es precisamente este el fin al que se dedican los cinco BMW que se han incorporado a la dotación de la Guardia Municipal, patrullar la ciudad. “Inicialmente se pensaba repartirlos en turnos de mañana y tarde, aunque a veces se solapan”, explica Laskibar.
También los cinturones de seguridad de la parte trasera se desbloquean desde los mandos situados en la parte delantera del coche, desde donde se activa asimismo el sistema de luces y sirenas y se activa la radio.
Los nuevos coches de patrulla se utilizan en el día a día de la Guardia Municipal no siempre en las actuaciones que requieren alguna detención. Pero, en el caso de que al detener a una persona sea necesario, bien por estar especialmente alterada o por otros motivos, los agentes que patrullan a pie o en otro vehículo pueden llamar a quienes trabajan en los nuevos, para que el traslado de la persona detenida –por protocolo una por vehículo– resulte más sencillo para ambas partes.
Todas estas son mejoras para la Guardia Municipal de Donostia, aunque otras policías ya las disponían.
Los cuatro vehículos se han incorporado haciendo uso del sistema renting, por un plazo de cuatro años prorrogable por otro más. Todos los coches son híbridos, eléctricos-gasolina. El coste mensual es de 1.566 euros por vehículo.
En el maletero se encuentra ya un equipamiento más convencional que todos los vehículos llevan, con triángulos de señalización, extintor, depósito especial para jeringuillas, material para esparcir cuando se derrama combustible u otras sustancias, mantas, cubiertas para poner sobre una superficie que arde, una palanqueta, etc. “Son cosas que son muy necesarias para nuestro trabajo”, apunta Laskibar.
Por ello, a futuro la Guardia Municipal prevé sumar más vehículos de estas características.